Ben Afflek se abrió camino en el cine como actor a la edad de nueve años en la película The dark end of the street (1981), luego como guionista en El indomable Will Hunting de Gus Van Sant, y después de un tiempo comenzó a sorprender como director. Venía bien, su nombre empezó a estar en boca de todos. Debo confesar que me ilusioné ingenuamente por su nuevo proyecto. Busqué el día especial para poder ver la película con tranquilidad, al final, llegó la tarde esperada. La casa de Gabo se convirtió en el santuario de mi desilusión.
Desilusión porque esperé mucho más en Argo, confieso que me gustó más el tráiler que toda la película. Argo comienza fuerte y te agita. Rápidamente te engancha entre la historia y la violencia. La película está basada en una historia real, pero con bastante maquillaje. Entre el espionaje, el conflicto en Irán y el rescate, lo más interesante del filme, ocurre del lado iraní.
El guión es bueno, pero las actuaciones del lado estadounidense no convencen, la diferencia es casi abismal, a esto se suman detalles, pequeños detalles que convierten la película en algo curioso, pero nada extraordinario. La historia deja de sorprender con los minutos, casi siempre se sabe que va ocurrir. Contrastando las atmósferas, me sigo quedando con Irán, la historia cae cuando aparecen las pobres actuaciones de los seis estadounidenses intentando aparentar ser canadienses.
Para muchos Argo es la mejor película del año, yo diría que fue el mejor intento del año. La fotografía es buena, sobre todo resalta el trabajo del mexicano Rodrigo Prieto, la textura y el color están casi perfectos, ayudando a la recreación histórica. La música es otro elemento que resalta, el francés Alexandre Desplat lo hace muy bien. Pero en general este tercer largometraje de Ben Affleck, demuestra su proceso interesante como director.
No me sorprende que haya ganado el Óscar a mejor película, bien por Affleck y toda la maquinaria de publicidad que le seguirá llegando. Solo espero que el chico mimado de Hollywood, no termine perdiendo lo que se necesita para hacer cine, la sensibilidad y la sinceridad.