La vida y la personalidad egoístas, burocráticas, apocadas, del profesor decorativo y afortunado, influyen inevitablemente en la ambición, el horizonte y el programa del estudiante de tipo medio. Profesores estériles tienen que producir discípulos estériles.
José Carlos Mariátegui
Abundan las ferias en nuestros tiempos neoliberales. Todos queremos estar en las vitrinas. Mejor si podemos decir o hacer aquello que pensamos, porque es innegable que una poderosa instrumentalización de los medios de comunicación día a día estupidiza más y más a los y las ciudadanas. Y aquello alcanza no solo a los propios periodistas, sino también a artistas y escritores.as, quienes sin duda rechazan tal situación.
Pero no están solos.
Una alta colectividad, tanto en la capital, como en el interior, desde hace un tiempo manifiesta su inconformidad con la tiranía que impone el mercantilismo dominante en el país. Principalmente los jóvenes salen a las calles organizados en diversos colectivos y exclaman su protesta convirtiéndose en eficaces reguladores de la sociedad. Todos recordamos la caudalosa marcha de los “pulpines”, y otras posteriores que marcaron el índice de la opinión pública.
Y como no podía ser de otra manera, han sido jóvenes los que recientemente organizaron una respuesta alternativa a la Feria Internacional del Libro (FIL) que desde hace 21 años se ha convertido en exclusivo mercado de libros, y en la más importante vitrina de escritores, con eventos similares en provincias, a pesar de la intolerancia y el desdén por los grandes temas nacionales. Son los dueños de las grandes editoriales, la famosa Cámara Peruana del Libro que desde años atrás impone sus definiciones del arte y la cultura, situándolos como quehaceres que marchan ajenos a la realidad, en una pasarela de vanidades. Y aquello está ocurriendo en un país como el nuestro, que posee uno de los más bajos indicadores de lectura en Latinoamérica, encareciendo los libros y el acceso a ellos. Y esta vez se les ocurrió algo nuevo: encarecer también la entrada.
Pareciera que este ha sido el detonante. Un conjunto de colectivos (1) integrados por jóvenes activistas de cultura, “contracultura” y civismo, a los que se agregaron también nuevas –y otras nada nuevas- editoriales, convocó la denominada ANTIFIL, con un mensaje democratizador y visibilizador del talento oculto de los peruanos “buscando estrechar los lazos entre el arte, la cultura y la sociedad” (2), en la crítica a las “instituciones que restringen el acceso a la cultura, convirtiéndola en el lujo de quien puede pagarla, cierran centros culturales independientes, borran nuestros murales, desalojan a los libreros, minimizando así el papel de la cultura en nuestra sociedad”.
“Hay tanta riqueza cultural en este país, que materia prima no falta, lo que falta es seguir organizándonos”, expresó Efraín Altamirano (3). Estos jóvenes intelectuales, en apenas mes y medio de incesante trabajo y coordinación, del 13 al 17 de julio, con el auspicio de la Asociación de Ex alumnos del Colegio Guadalupe que les brindó los ambientes de su sede, lograron este encuentro cultural de la ciudad. De modo que a través de las redes sociales hicieron pública su invitación a los interesados en participar.
Una gran concurrencia, unos en las mesas y otros entre el público, en diferentes pisos del local, los acompañó durante todos esos días de mucha poesía, artes plásticas, talleres de stencil, de ilustración de cuentos cortos y creación de fanzine, encuadernación artesanal, autopublicación cartonera, serigrafía sobre tela, música, danza, obras audiovisuales, cine, fotografía, posters, libros, muchos libros, y juventud.
El alto nivel de politización que nos ha dejado la reciente campaña electoral está también en la base de este encuentro que rindió homenaje a Rodolfo Hinostroza, poeta de la generación de Javier Heraud, el poeta guerrillero de los 60. Y estaba anunciado pero inasistió Enrique Verástegui, intrincado vate que ya no reclama las ideas que guiaron al movimiento poético y contestatario iniciado por Juan Ramírez Ruiz en los años 70, Hora Zero. Así mismo, desfilaron en la escasa ambientación del auditorio, flanqueados por la bandera peruana y la de la asociación guadalupana, poetas -de todos los estilos y de varios países (México, Argentina, Ecuador, Colombia, Francia)- persistentes con sus propuestas “contra el academicismo” (4). Pero aquellos y aquellas cuyos nombres aparecían en el programa y no asistieron, faltaron con su ausencia el respeto a la organización de la ANTIFIL y al público. Ello es más pintoresco si, como se ha visto en algunos casos, no faltaron a la FIL oficial.
Hubo muchos poetas, algunos con libros editados y otros con libros en camino, leyendo sus versos en smartphone, e incluso al influjo de novedosas editoriales fanzineras y cartoneras, que editan tirajes de 20 a 100 libros, todos únicos e “impresos” en diversos soportes, ya no solo papel, sino plásticos, latas, madera, cartón, materiales generalmente reciclados que convierten el libro en un objeto artístico y que garantizan su vigencia a pesar de los adelantos tecnológicos (5).
Estuvieron también aquellos que experimentan en la búsqueda de nuevos espacios de divulgación: muros y audiovisuales proyectados en las calles de la ciudad o talleres de poesía en prisiones, como lo hace el colectivo Anima Lisa (6), junto con afiches de corte feminista y anarquista.
Pero en medio de tanto arte y versos de todo color, la ANTIFIL destinó más de un espacio a la reflexión y el debate. Muchos participantes expusieron con libertad sus críticas a la situación de la cultura y la sociedad. “No podemos caer en manos del mercantilismo”, dijo Franco Osorio, uno de los organizadores. Como tantos otros, expresaron severas críticas a los modelos económicos y políticos imperantes, y señalaron su inconformidad con el alto precio de los libros. Ciertamente, durante nuestra experiencia teatral en Boulevard Quilca –centro cultural y librero hace poco clausurado arbitrariamente- y donde en efecto eran expertos en clonar una publicación, nos enteramos que los libros pueden tener costos muy bajos y que las grandes editoriales los venden a precios exorbitantes, como recordó Pedro Felix Novoa. “Se compran libros como se compran autores, como artefactos” afirmó Rodolfo Ibarra. “Los escritores no tienen dinero para publicar sus libros”. Este puede ser un llamado a que las editoriales se arriesguen como les corresponde (7).
Pedro Novoa, Rodolfo Ybarra y Martín Roldán.
“Las editoriales manejan la lógica de la venta, son empresas dedicadas a los libros, ese es su trabajo, y el nuestro es escribir”, manifestó otro (8). Y en la mesa “El arte como grito de rebeldía: rock, poesía y narrativa”, Cecilia Zero afirmó que el artista es un inconforme por su espíritu rebelde, y que hay rebeldes activos y rebeldes pasivos: “El pasivo se queja y el activo actúa, se rebela, la humanidad le debe mucho a la rebeldía” (9). Nos preguntamos si este mismo razonamiento, ya encarnado por los llamados poetas malditos de la Francia de Verlaine, en Lima sigue enarbolado por algunos poetas que hacen del alcohol, las drogas y la vida disipada, una bandera nihilista para justificar su inconmensurable vanidad. “El artista tiene un hambre de reconocimiento, quiere que lo lean, que hablen de él”, dijo un autor invitado, con varios libros en su haber (10).
Penoso ha sido pues ver algunas presentaciones salpicadas de ebriedad y voces agitadas en los corredores interrumpiendo las lecturas. Ya se tenía bastante con las actividades paralelas (por ej. la celebración de un matrimonio) a que seguramente estaba comprometida la asociación guadalupana. Creemos que como ágora popular la ANTIFIL demanda debidamente un espacio que facilite la atención del público al que quiere dirigirse. En este sentido, no sería inadecuada la idea de descentralizarla en los diversos barrios de Lima, en las calles y plazas. Esta conexión puede contribuir a “oxigenar” una iniciativa que no puede terminar en el fondo de una botella.
Fue propicia la propuesta del Gremio de Escritores, representado en la ANTIFIL por Jorge Luis Roncal, director de la editorial Arteidea, quien expuso los alcances del “Proyecto Cordillera” y su cuestionamiento al “canon hegemónico, conservador, elitista, antidemocrático y solidario con el poder, (que) se orienta de manera permanente a invisibilizar las expresiones literarias acompasadas con el derrotero histórico de liberación y justicia del pueblo” (11). Asimismo, el profesor Juan Benavente, animador de los “Viernes Literarios” donde desde hace 25 años congrega a poetas y escritores, apoyado por centros culturales, galerías y restaurantes, expresó en la ANTIFIL su propósito de persistir en esta tribuna democrática.
En el homenaje que se hizo a Oswaldo Reynoso, no pudo faltar evocar a Miguel Gutiérrez, recientemente fallecido. Ambos pertenecían al mismo movimiento de tratamiento crítico de la realidad con gran significado para la literatura peruana, el grupo Narración, que alentara notables escritores peruanos en los años 70. “Tanto Reynoso como Gutiérrez tenían una posición” aseveró uno de los ponentes (12). Sin duda, la trascendencia de estos escritores es un estudio pendiente.
Mucha elocuencia tuvo el periodista César Ángeles en la presentación de su libro Cortes intensivos. Entrevistas y Crónicas. 1986-2014, donde consigna sus azares en las numerosas entrevistas que hiciera a personalidades culturales durante el conflicto armado interno vivido en el Perú. También en la mesa, al referirse a la atmósfera ciudadana de aquellos años, Javier Garvich tuvo palabras vibrantes.
Pero la mesa más importante a nuestro modo de ver podría haber sido “Una mirada a la narrativa contemporánea”. Todas las ausencias hicieron que solamente J. Paucar y J. Valenzuela expusieran su visión del papel de la literatura en el momento actual. Superado el esquema de “criollos” y “andinos” que hasta hace poco empobrecía el análisis literario, quedó en claro que solo a través de un tratamiento multidisciplinario, de la mano con las ciencias sociales y sin restar importancia a los sucesos de la historia, pueden los escritores abordar la realidad de manera más eficaz. Profesor universitario, Jorge Valenzuela puntualizó este aspecto, así como criticó a los narradores que solo hablan de sus egos y depresiones (13).
En el día final, el exceso de alcohol y el “juergón” desembocó en la expulsión de uno de los organizadores, por sus actitudes irrespetuosas con las mujeres participantes. No obstante, ello no impidió que a la postre, después de otros poetas reconocidos, escucháramos la voz espontánea de asistentes que voluntariamente salieron a leer su poesía. Hubo mucha emoción en la declamación que hicieran dos obreros con los versos de Vallejo, autor reivindicado por la ANTIFIL.
Exitosa experiencia. A pesar de algunas limitaciones propias de aquello que empieza, esta primera versión de la ANTIFIL es para los editores sin duda la puerta abierta a un nuevo mercado (14), pero es indiscutible que pone en evidencia la necesidad ciudadana de no solamente leer o escribir, sino también de activar el movimiento de su impostergable capacidad de ser, pensar y crear, democratizando el acceso al arte y al conocimiento.
Notas
1) Participaron Marmota Producciones (Mary Ann Agurto), Colectivo Ojo Perezoso, Durazno Sangrando, Grupo Parasomnia, Signos en Rotación, Lima Gris, Extramuros, Poetas Resistencia, Ojos de Papel, Amaru Cartonera, y Escrituras Indie Difusión Alterna, entre otros. En música, estuvieron Los Hijos del Culto, Detrás del Sol, Achkirikik, Lo Ultraterrestre y Contradogma, además de cantautores como Amadeus X, Lalo Salazar y colectivos de hip-hop.
2) OkassoMagazine, página virtual. Atena Rivero, 25 de julio de 2016. http://www.okasso.com/magazine/articulos/arte-y-cultura/i-antifil-2016-expresion-independencia-y-arte-102
3) Anti-Fil Lima, página Facebook. 8 de julio de 2016. Entrevista a Efraín Altamirano. https://www.youtube.com/watch?v=ATJ4u1VBU18
4) Richie Lacra. “Poetas del asfalto. 21 años en las sucias calles”. 13 de Julio de 2016.
5) El joven poeta argentino Fernando Bogado, entre otras ideas interesantes y polémicas, afirmó en su ponencia “¿Qué hay de nuevo en la poesía latinoamericana de hoy?”, que el libro podría tener una vigencia no mayor de 200 años, por el impacto de la tecnología en los hábitos de lectura. 13 de julio de 2016.
6) Johanna Casafranca (Perú), Yax Kin (México) y los jóvenes de Anima Lisa trasmitieron al público su convicción de que nada puede detener la libre expresión. 13 y 16 de julio de 2016.
7) Conversación sobre la indústria editorial. En la mesa estuvieron Rodolfo Ibarra, Martín Roldán y Pedro Felix Novoa. 15 de julio de 2016.
8) Mesa “Escribir y publicar ciencia ficción en el Perú”. Carlos de la Torre y Carlos Saldivar. 14 de julio de 2016.
9) En esta mesa estuvieron Cecilia Zero, Carlos Torres Rotondo y José Guich. 15 de julio de 2016.
10) Diego Trelles Paz. 16 de julio de 2016.
11) Página Facebook del Gremio de Escritores del Perú.
12) Rodolfo Ibarra. Homenaje a Oswaldo Reynoso. 16 de julio de 2016.
13) Mesa “Una mirada a la narrativa contemporánea”. 17 de julio de 2016.
14) Fernando Bogado. En entrevista para la revista Lima Gris. https://www.limagris.com/tag/fernando-bogado/