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Amenazan de muerte al Papa Francisco
Carabineros de Milán interceptaron carta que contenía tres balas en su interior.
Tres balas dentro de un sobre con una sola consigna: acallar la voz del máximo representante de la Iglesia Católica en todo el mundo. Este tipo de incidentes no ocurrían desde hace 40 años cuando intentaron asesinar al Papa Juan Pablo II.
La carta contenía tres balas de calibre de 9 milímetros y un mensaje relativo al último caso de las operaciones financieras en el Vaticano, sobre un juicio que se inició hace unos días contra varias personas y el cardenal defenestrado por Francisco, Angelo Becciu.
En el centro de clasificación postal de Peschiera Borromeo fue el sitio donde se interceptó la carta, ubicado en la provincia de Milán.
La fiscal adjunta de Milán, Alessandra Cerreti autorizó la apertura de una investigación por la carta amenazante.
De acuerdo con diversos medios europeos, la carta era originaria de Francia y el destinatario estaba escrito con bolígrafo, por lo que la letra era poco legible, aunque sí se pudo identificar que iba dirigida al Papa: “Papa, Ciudad del Vaticano, Piazza S. Pietro en Roma”.
La trama sobre esta carta ha sacudido al Vaticano, pues Angelo Becciu era considerado hasta el año pasado uno de los hombres más poderosos de la Curia, sin embargo fue defenestrado por Francisco.
Cabe recordar que, en el juicio por las operaciones financieras en el Vaticano están imputadas nueve personas por la compra irregular de un edificio de Londres, causando un agujero de casi 400 millones de euros en cuentas del Vaticano, por lo que los delitos que se le acusan a los imputados son por malversación, blanqueo, fraude y abuso de poder.
Angelo Becciu, el primer Cardenal en la historia en ser llevado a juicio
Tal pareciera que el Papa Francisco ha tocado un nervio muy profundo dentro del Vaticano, pues con la remoción de uno de los hombres más poderosos de la Santa Sede se inicia el mayor juicio de corrupción en su historia. Tanto como el cardenal Becciu también se encuentran otros nueve acusados.
Los acusados se enfrentan a varios años de prisión por fraude, malversación de fondos, extorsión, blanqueo de dinero y abuso de poder en un escándalo que incluye complicidades con el espionaje y paraísos fiscales, lo que ha generado un agujero de millones de euros en las cuentas vaticanas.
El caso además representa un reto para el Papa Francisco, ya que revela el descontrol en las finanzas vaticanas, por lo que tuvo que iniciar una reforma interna, y de hecho saca a la luz los privilegios oscuros de varias entidades vaticanas.
El uso imprudente de parte del dinero para los pobres que cada año donan las iglesias de todo el mundo para las obras de caridad del papa, también contribuyó al escándalo.
Entre los diez acusados, la mitad estaba al servicio del papa Francisco durante la controvertida compra, realizada en dos fases, de un lujoso edificio de 17.000 m2 en el elegante distrito londinense de Chelsea, del que el papa ha pedido desprenderse rápidamente.
La adquisición de ese edificio, a un precio mayor de su valor real, fue realizada a través de paquetes financieros altamente especulativos, por medio de dos empresarios italianos residentes en Londres.