Pocos pintores como Alberto Quintanilla han sabido captar con extraordinaria agudeza la realidad y mezclarla con la ficción en una unidad conceptual que explota por los contrastes de cálidos y fríos. Más de 130 de sus obras, entre pintura y escultura, se exhibirán en una gran exposición organizada por el ICPNA iniciando de esta manera su año de exposiciones.
Las obras del pintor cuzqueño Alberto Quintanilla representan un mundo poblado de seres extraños que hipnotizan. Con los recuerdos de su niñez, con las impresiones que le dejaron la visión del campo, los campesinos y sus costumbres ha sabido construir una obra que sin dejar la sencillez del artesano y el candor del campesino, se ha impuesto en el mundo del arte por su maestría.
La exposición retrospectiva “Allinta Yachay” que se presenta en el ICPNA de Miraflores reúne más de 130 de sus obras entre pinturas y esculturas en donde asistimos a una combinación de espiritualidad y poesía en esas imágenes de perros de dos cabezas, marionetas, arcángeles, demonios, músicos, sapos. “Hay, también, algo del candor campesino que como una fuerza conduce su interés pictórico”, explica el crítico de arte Jorge Bernuy, curador de la exposición.
“Si tuviera que definir a Quintanilla, diría que es un imaginero del mundo de lo cotidiano, que alcanza la ternura pintando las cosas con las que ha logrado un místico contacto. Pero además es un investigador de la materia plástica, un estudioso de las posibilidades del hacer dentro de una técnica elaborada. El artista conjuga simultáneamente la figuración y la abstracción convirtiendo lo insólito en cotidiano” anota Bernuy.
La exposición retrospectiva de Alberto Quintanilla Allinta Yachay -que en su traducción al castellano es, Aprende bien o Aprende lo bueno– estará en exhibición del 5 de enero al 18 de febrero en la galería Germán Krüger Espantoso del ICPNA de Miraflores (Av. Angamos Oeste 120). El horario de visita es de martes a domingo de 11 a.m. a 8 p.m. El ingreso es libre.