No cabe duda que una buena alimentación durante la infancia basada en nutrientes proteicos y una buena cantidad de hierro y calorías, contribuirán a que nuestros escolares mejoren sus capacidades de aprendizaje. Sin embargo, el Programa Nacional de Alimentación Escolar ‘Qali Warma’ impulsado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social ya no garantiza una buena alimentación de los estudiantes de colegios públicos del Perú.
Si bien, este programa alimentario que nació hace 32 años con el nombre de Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA), tuvo problemas de corrupción, actualmente no es la excepción, ya que la falta de atención alimentaria y la insalubridad de sus productos han convertido a ‘Qali Warma’ en una zona de confort para las mafias de algunos malos funcionarios que se coluden con una familia de proveedores para obtener millonarios contratos e intoxicar a nuestros niños, a través de alimentos malogrados con lácteos contaminados que brindaron de mala fe. Por esta razón el programa se declaró en emergencia y en octubre de 2023 el gobierno anunció su reestructuración, debido a las denuncias de la prensa y de los padres de familia de diversas regiones del país.
Pese al escándalo tras un año de supuesta reorganización, todo fue “pasado por agua tibia” porque no se reestructuró nada y más bien salió a la luz una nueva denuncia que develó la mala practica de la empresa Frigoinca que ganó más de S/88 millones en contratos, con la venia del ministro Julio Demartini, quien tras haber fracasado en cuatro ocasiones como candidato a la alcaldía de La Perla con el Movimiento ‘Chim Pum Callao’, ha sabido encontrar en el Midis una “fuente de ingresos” para desentenderse del sector. Este monigote de la presidenta apurimeña no pretende renunciar porque goza de su respaldo; así como Fredy Hinojosa, quien salió por la puerta “falsa” de la dirección de ‘Qali Warma’, porque durante la gestión ministerial de Dina Boluarte en el Midis, él encubrió las falsificaciones de documentos de varios proveedores y para colmo fue reciclado como vocero presidencial. Así las cosas, tanto, el ministro Demartini, como el portavoz Hinojosa, son los seres más indolentes del aparato estatal y pronto estarán confinados al olvido y a las sanciones administrativas y penales que se merecen por sus abominables actos.
(Columna publicada en Diario UNO)