Para muchos permitir el funcionamiento con normalidad de los mercados en pleno estado de emergencia es uno de los errores más grandes que ha cometido la administración Vizcarra. La realidad es que ahora los mercados de Caquetá y el mercado San Felipe en Surquillo se han convertido en una bomba de contagio del coronavirus.
En este informa de Panorama se observa que en las entrañas de los centros de abastos todas las personas se encuentran expuestas al contagio. Las pruebas que se hicieron en Caquetá arrojaron que 163 vendedores se encontraban infectados de COVID-19. Ahora el mercado de San Martín de Porres se encuentra cerrado y en plena fumigación.
Lamentablemente no hubo control en los mercados, esto generó que el virus rápidamente contamine a 261 vendedores en el mercado de San Felipe de Surquillo. En la actualidad en los distritos de San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, Villa El Salvador, San Juan de Miraflores y el Callao se concentra la mayor cantidad de los infectados de los 26,908 que existen en Lima.