Alejandro Neyra: «Los informes de Contraloría se tienen que tomar muy en cuenta, pero no determinan ningún tipo de culpa»
Alejandro Neyra ocupa por segunda vez el cargo de ministro de Cultura. En el 2018 fue designado por PPK y volvió a la cartera de Cultura convocado por el presidente Martín Vizcarra, su retorno al MINCUL fue luego de la abrupta salida de Sonia Guillén, en medio de la denuncia del caso Richard Swing.
El Ministerio de Cultura ha cumplido 10 años de existencia y arrastra desde su fundación duras críticas debido al descuido del sector. Nuestro patrimonio cultural sigue siendo destruido, el bono prometido por el presidente Vizcarra para los artistas vulnerables nunca llegó, los pueblos indígenas en plena pandemia fueron abandonados y la reactivación del sector cultural sigue en espera.
Ayer en medio de la oscuridad apareció una pequeña luz, pues el Consejo de Ministros aprobó la primera Política Nacional de Cultura al 2030 (PNC). Es una política nacional que busca un alcance transversal. Suena bonito y el papel aguanta todo, pero la realidad es que en una década de existencia el Ministerio de Cultura no ha cumplido con sus funciones ni sus lineamientos, entonces nos preguntamos ¿quién nos asegura que esto se cumpla?
En esta entrevista con el ministro Alejandro Neyra, también habla sobre los funcionarios cuestionados, denunciados y que cuentan con graves informes de Contraloría pero aun así siguen ocupando el cargo, entre ellos figura Leslie Urteaga, viceministra de Cultura; Gary Mariscal, Director de la Dirección de Patrimonio Histórico y José Caparrós Gamarra, Jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Cultura.
Además, el ministro Neyra deja bien claro que no habrá bonos para los trabajadores vulnerables del sector cultural. Los 50 millones de soles destinados al MINCUL se usarán para subvencionar las industrias culturales, las artes y a las actividades vinculadas al fomento de las tradiciones, expresiones y manifestaciones culturales del patrimonio cultural inmaterial. Para acceder a la subvención se tiene que presentar una solicitud la cual será evaluada por un jurado.
Aquí la entrevista.
¿Por qué aceptó regresar nuevamente como ministro de Cultura?
Yo soy un funcionario público y como tal tengo que —casi por una disciplina cívica— aceptar lo que me digan en esta carrera pública jerarquizada en la cual he tenido muchos puestos. Creo que no hay mayor orgullo que poder servir al Perú, y lo hago desde un Ministerio de Cultura que conozco de alguna manera. Pero me gusta porque es un sector que tiene un potencial enorme.
Curiosamente, su regreso al Ministerio de Cultura se da en plena pandemia y durante una fuerte denuncia del caso Richard Swing; denuncia, que ha resultado un duro golpe para el MINCUL.
El primer día que llegué, también llegó la Fiscalía para recabar información. Quizás encontré el ministerio un poco golpeado anímicamente. Ante eso, el desafío era más grande y lo que sí es cierto es que estaba interesado en trabajar para recuperar la confianza del propio ministerio. Creo que esa es una tarea que nos toca hacer. Por un lado, era recomponer la propia confianza dentro del ministerio y la confianza frente a la opinión pública, que es más difícil a veces de reconstruir.
Sobre el caso Richard Swing, ¿cuántos de los investigados están laborando actualmente en el Ministerio de Cultura?
No sé cuál es la lista exacta de todos los investigados; pero lo que sí te puedo decir, es que el Secretario General, el Jefe de Recursos Humanos, y el Jefe de la Oficina de Administración, que son la línea de los órganos de apoyo, que digamos, estaban vinculados a esta contratación… he hecho todos los cambios que consideré que eran necesarios.
Una de las críticas que recibe el Ministerio de Cultura, es que sirve como caja chica para beneficiar a un pequeño grupo ¿Qué piensa sobre eso?
Lo que hay que hacer es revisar todo tipo de contrataciones, más aún en estas circunstancias. Y como también he dicho antes, voy a ser lo más transparente, pero también lo más eficiente que se pueda, para que no exista ninguna corrupción, ni ningún atisbo de preferencia. En las circunstancias de la pandemia el dinero público vale más; creo que cada sol que recibe el sector es más importante frente a la situación de crisis que vivimos en el país. Entonces, todos los procesos deben tener una ruta y como se dice en otras disciplinas: una trazabilidad que a mí me permita que cualquier contratación y ante cualquier duda, yo pueda decir mañana cómo se origina esto y de dónde sale esto. Eso es más importante, sobre todo ahora que vamos a entregar las subvenciones del Decreto de Urgencia N° 058-2020. Me queda clarísimo que tenemos que estar muy cuidadosos de ese dinero que va ir a organizaciones e individuos que van a ser no solo responsables de ese dinero público, sino, que van a ayudar a recomponer su propia actividad cultural en general.
La viceministra Leslie Urteaga está cuestionada por informes de Contraloría. En esos informes ella está involucrada y aparece como responsable. Esa información lo señala la propia Contraloría y nosotros la hemos publicado en Lima Gris. En ese sentido ¿por qué la mantiene en el cargo a pesar de tener estos antecedentes que señala Contraloría? Si se habla de una restructuración del Ministerio de Cultura, ¿por qué no comenzar a cambiar personas?
Porque yo diferencio entre los órganos de apoyo, y los órganos de línea. Son casos muy distintos, y los informes de Contraloría se tienen que tomar muy en cuenta, pero no determinan ningún tipo de culpa, o una responsabilizad de tipo penal o civil por sobre la cual yo tenga que tomar decisión. Veo una gran diferencia entre los casos que mencionas; en el caso tanto de la viceministra Leslie Urteaga, como la viceministra Ángela Acevedo. He conocido sus trayectorias desde que son Directoras Generales; creo que son personas que conocen muy bien su sector, cada una en su especialidad y en las cuales yo confío en que están haciendo un trabajo importante. Yo llegué después que ellas y la verdad, que tanto por el compromiso y el nivel de responsabilidad que he visto en sus funciones, es que he decidido mantenerlas.
Usted designó al señor José Caparrós Gamarra y ese señor estuvo involucrado en una denuncia, justamente por un tema de dinero. Pero Caparrós renunció al cargo de viceministro de Justicia por el bienestar de la gestión en su momento ¿Por qué contratar personas que tienen como antecedentes graves denuncias?
En los casos de gente que ha venido aquí, como los que te mencioné antes en la línea de apoyo, son personas a las cuales les tengo confianza, y pueden haber tenido un proceso administrativo; pero creo que el trabajo que desarrollan y vienen desempeñando a mí me da la garantía de que tienen todas las condiciones para efectuar el trabajo en el que están cada uno.
¿Lo mismo piensa del señor Gary Mariscal, que tiene denuncias por maltrato, agresión, hostilidad y agresión verbal, acoso laboral, agresión física y psicológica, negociación para sus beneficios personales y destrucción del patrimonio?
A Gary lo conocí cuando era Director de la Dirección Desconcentrada de Puno y en ese momento siempre consideré que tenía un buen desempeño. Cuando regresé al ministerio, ya lo he encontrado en la Dirección de Patrimonio. Pueden ser personas que, aunque no tengan ninguna sanción administrativa o penal, creo que tienen el derecho de hacer su defensa —como lo están haciendo presumo— y a trabajar como lo están haciendo.
Pero estamos hablando del Ministerio de Cultura, que debería ser la institución que dé el ejemplo. Estamos hablando de ocho denuncias; existe documentación de todo esto y por eso me extraña que por lo menos no se revise o evalué la permanencia en el cargo del señor Gary Mariscal. Incluso una de las representantes del movimiento Ni una Menos de Puno, se ha pronunciado sobre este tema.
Voy a revisar de nuevo el caso y las denuncias que hay en este caso, pero él está haciendo un trabajo actualmente técnico. No sé si tiene incompatibilidad, o si tiene alguna sanción que le impida desempeñar su trabajo, pero de hecho que voy a ver el caso.
Siempre se ha esperado que el Ministerio de Cultura —que ya cumplió 10 años— realice el trabajo para el cual fue creado. En esta década de creación no se ha seguido ese camino, sobre todo en el tema de la defensa del patrimonio, porque la excusa permanente que hay es que el Ministerio de Cultura no tiene presupuesto; pero sabemos que parte del trabajo de un ministro es justamente la gestión. Y la mayoría de ministros que ocuparon el cargo no han realizado una verdadera gestión en el ministerio. ¿Cuál es su opinión sobre la situación actual en el que se encuentra el Ministerio de Cultura después de 10 años de funcionamiento?
Creo que para hacer una buena gestión pública definitivamente necesitas una claridad de horizonte, metas, lineamientos estratégicos de a dónde quieres ir, y de indicadores que te permitan hacer eso. Tengo 20 años de funcionario público y si algo he aprendido es eso que mencionas. En realidad, para hacer una buena gestión necesitas ver qué instrumentos de gestión existen y cuál es la normativa que rige una institución. Me pasó cuando entré a la biblioteca, yo empecé a ver los instrumentos que había y que eran muy pocos, y estaba en ese momento el ROF. Empecé a leerlo y decía: qué raro, por qué me han llamado si esto no es de Cultura, en el ROF decía que seguía siendo del Ministerio de Educación. Había un ROF antiguo en donde la Biblioteca Nacional del Perú todavía pertenecía al Ministerio de Educación. Lo que yo decía es que lo primero que tenemos que hacer, es ver de qué manera cambiamos esa situación, porque yo no puedo trabajar sobre la base de una gestión que actualmente te pide tener presupuesto por resultados. Para realizar una gestión transparente, eficiente y moderna, necesitas instrumentos de gestión claros. Creo que ha habido intentos como los lineamientos del exministro Luis Peirano en su momento, pero creo que ha faltado tratar de ver de qué manera tenemos mejores metas e indicadores, y eso creo que es el gran logro de tener una política. Por primera vez se está marcando la cancha de dónde te mueves y qué es lo que debes hacer. Se podría decir que se podrá definir cuáles son las metas que de verdad vamos a tener de aquí a diez años. Sobre la base de eso vamos a definir qué presupuestos realmente necesitamos. En la gestión pública yo tengo que demostrar mis resultados al Presidente, al Consejo de Ministros, al Ministerio de Economía, y definir con ellos, si nosotros queremos aprovechar la cultura para ser una potencia cultural, para promover la imagen del Perú y para que los servicios interculturales estén en un número de las lenguas originarias —ojalá que en las 55— para atender a los pueblos indígenas en sus propias lenguas. Si logramos eso, podré decir que en nuestro presupuesto podemos crecer hasta X, y de aquí a dos años veremos hasta cuánto podemos crecer.
En abril, en una de las conferencias del presidente Vizcarra, Lima Gris preguntó ¿Cuáles son las medidas económicas propuestas por el Ministerio de Cultura, dentro del ámbito de su competencia? En esa conferencia el presidente mencionó que ya se le había encargado a la ministra de Cultura (Sonia Guillén) realizar una evaluación para que las personas vulnerables reciban el apoyo del bono de 760 soles. Es decir, esa promesa nunca llegó. Luego aparecieron los 50 millones de soles que son para una subvención. Hay que aclarar que para el sector cultural no habrá un bono.
Apenas fui designado ministro, el presidente nos dio dos prioridades, una es la atención a los pueblos indígenas con la articulación del sector salud y MIDIS; y el otro, el tema de los artistas. Le hice un comentario al presidente porque esa mañana había escuchado en un foro en el cual participaban artistas y gestores culturales en la cátedra Vargas Llosa, y habían mencionado la desatención completa en la que estaba el sector cultural. Sé que desde que estoy, se han otorgado ayudas, no financieras, pero son canastas de víveres en coordinación con INDECI. Hemos visitado a un grupo de folclor en San Juan de Lurigancho y los ayudamos con víveres, pero la lógica finalmente en el gabinete cuando se discutió sobre el tema cultural, es que para el sector cultural se necesita subvenciones. La lógica es que ellos se reactiven económicamente. Para el apoyo de COVID-19, tienen que demostrar y presentar cómo se han visto afectados y cuál es su plan de replanteamiento al apoyo de sus líneas. Conocer cómo van a replantear sus actividades culturales y económicas. Tienen que demostrar con un plan cómo van a hacer las adquisiciones. Yo lo entiendo como una forma de apoyo a un sector que está sumamente golpeado. Siempre hemos dicho y dejado bien en claro que se trata de unas subvenciones, y se tiene que cumplir una serie de requisitos. Esto también se complementa con el tema de los Estímulos Económicos, que cada año también se otorga.
Para el tema de los 50 millones ¿Ya se tiene al jurado, que son los que van a decidir a quiénes se les debe entregar las subvenciones?
Por un tema de independencia no te puedo decir, pero se ha hecho la convocatoria efectivamente. Nuestra idea es que los jurados ya estén conformados. Actualmente hay casi 1,500 solicitudes. Nuestra idea es que para fines de agosto el jurado ya esté instalado para ir revisando las postulaciones. Como hemos visto en las líneas de apoyo, son distintos rubros, pero también distintos alcances. Hay algunos montos fijos para algunas líneas de apoyo. Las organizaciones van a poder recibir un máximo de hasta 75 mil soles, y 7, 500 soles como máximo a las personas individuales, quienes tienen que demostrar su trabajo. Por ejemplo, preservación de la memoria colectiva. Si eres de una región y quieres grabar a personas que concentran el patrimonio inmaterial de una localidad, y demuestras que vas a grabar y realizar un proyecto de este tipo, son hasta 4 mil soles de subvención. Entonces, hay distintas líneas, y creo que el apoyo en patrimonio inmaterial va a ser entregado relativamente más rápido. Precisamente porque son proyectos muy específicos de artesanos, músicos y de danzantes, que se han visto imposibilitados de realizar sus actividades. La idea es que paulatinamente se vayan entregando estas subvenciones hasta culminar con el tope que tienen cada una de estas líneas.
¿No cree que fue un error por parte del presidente Vizcarra priorizar la activación del fútbol y dejar de lado el sector cultural? De alguna manera, también se pudo activar parte del sector cultural con algunas actividades como danza y teatro, ya que son actividades físicas como el fútbol.
Los protocolos se trabajan de manera muy profesional, y voy entendiendo la lógica del Sistema Nacional de Salud que de manera profesional y científica realiza en cada una de las actividades. El fútbol tiene características que son completamente distintas a las representaciones escénicas y también a las artes. En las artes escénicas se tiene que pensar en todas las formas que se realiza la actividad física, y ahí sobre todo se realiza la expresión corporal. Las misas tampoco se pueden realizar hasta el momento, y es porque implica expresiones corporales que tienen que ver con cantos, música, y cierto tipo de actividad física que hace más difícil el control sanitario y la posibilidad de mantener distancia. Ello implica usar materiales que impidan la expulsión de fluidos. Es bien particular, ya que yo también pensaba en, por qué esta actividad entra en la fase 1, y está en la fase 2, o los museos entran a la fase 3; y los teatros, artes escénicas o los cines entran recién hacia el final. En las encuestas donde se les preguntan a las personas ¿a dónde piensan acudir? el teatro y el cine están siempre al final de la lista de preferencias. Creo que son decisiones que no se toman de manera inconsulta, ya que cada semana en el Consejo de Ministros hay una explicación desde el Ministerio de Salud, que son los expertos que ven las estadísticas y la evolución de la pandemia y los nuevos descubrimientos que se hace en el tema de salud.
La Política Nacional de Cultura que va hasta el 2030, al parecer tiene una fecha de caducidad. De igual forma hay que señalar ¿Cuál es la importancia de que por fin se concrete una Política Nacional para la Cultura en el país?
Este horizonte temporal que son 10 años, es una forma de fijarnos metas y de pensar en indicadores y en cómo vamos a ofrecer los servicios que desde el sector cultural brindamos con un horizonte claro. Hay una parte que me gusta mencionar, que es lo importante de este hecho, ya que, si logramos cumplir lo que dice la situación al 2030 y que está en la página 93 de la política, llegaremos a entender cuál es la importancia. Perú es un país en el cual queremos bajar la discriminación que ahora está por encima del 50%, que es la sensación de las personas que acuden a un servicio público y se sienten discriminadas; esto deberá bajar a un 5%. Por poner eso como ejemplo, son las líneas de base que tenemos hasta alcanzar estas metas. A mí y a quien venga después al ministerio, le dará una seguridad de que tienes que hacer la gestión pública fijándote en estos estándares de calidad, por decirlo de alguna manera, y fijándote estas metas. Y si no llegas a ellas en 10 años, ahí tendremos que ser juzgados recién.
¿La Política Nacional de Cultura implica un mayor presupuesto para el año 2021?
No exactamente, a mí como gestor público lo que me da la seguridad es que voy a tener las metas claras con el presupuesto que tengo ahora. Creo que paulatinamente, a medida que vayamos cumpliendo las metas y ofreciendo los servicios que tenemos, veremos si el próximo año necesitamos más presupuesto. Te pongo un ejemplo. Lenguas originarias: tenemos que asegurar que los servicios públicos se brinden en lenguas originarias. La culpa en este caso evidentemente no es de quien vive en comunidad y habla una lengua distinta al castellano, como tampoco lo es del servidor público que llega y es del sector transportes, por ejemplo, y llega a una comunidad y no entiende a las personas de la zona. Pero esa persona tiene que tener la posibilidad de que nosotros desde el Ministerio de Cultura le brindemos la interpretación para que él pueda cumplir bien ese servicio, y ese sí es nuestro trabajo.
Todo suena bonito, pero ¿qué garantiza que esto se cumpla en 10 años? y digo, qué garantiza, porque la creación del Ministerio de Cultura tenía sus funciones y lineamientos, pero no se han cumplido en una década.
La garantía es que tenemos las metas claras y los servicios que tú, como cualquiera lo puede ver. Si el próximo año me entrevistas por esta época y me dices: usted está prometiendo que quiere llegar al 5% en discriminación, ¿habrá alguna encuesta que permita hacerlo? sí, vamos hacer las evaluaciones y las encuestas que nos permitan medir que de aquí a 10 años podamos llegar. Y si en tres años le preguntas al que esté aquí, si en siete años más sí se podrá llegar al 5%, esa persona te podrá decir, sí o no. Y recién, seguro echarán la culpa y dirán: yo no tengo presupuesto para hacer eso. Pero eso ya es una cuestión de gestión y en ese nivel estamos bien.
Para finalizar, son más visibles las denuncias sobre la destrucción del patrimonio cultural. Esas denuncias aparecen casi todos los días y la gente percibe que el Ministerio de Cultura no está haciendo nada en el tema de la defensa de nuestro patrimonio ¿Qué le puede decir a la población sobre el tema?
Creo que ahí sí, la Política Nacional de Cultura nos ayuda mucho. Porque parte de los derechos que se tiene, es no solo que se preserve, sino, que se puedan gozar y de alguna manera poner en valor ese patrimonio. Creo que hay una tarea fundamental, y es hacer que la comunidad se apropie de ese patrimonio. Existen casos efectivamente, y en cada uno de los casos hay un seguimiento diario y al minuto. Acabo de tener una reunión con la gente de patrimonio y la Dirección de Defensa, y me decían que salió una denuncia en las redes sobre el Morro Solar, que hubo una aparente incursión de ciclistas, y han ido a investigar y coordinar con la Procuraduría de la Municipalidad de Chorrillos, y fueron a ver y parece que es una foto antigua, y no hubo ninguna intervención en ese momento, pero ya se hizo y en cuestión de horas. Así como esa, ha habido algunas que sí han sido más difíciles por la pandemia. En algunos casos las comunidades han invadido espacios. La semana pasada se desalojó a gente en Cerro Colorado en Huaura. Ha habido casos similares en Caral y Chankillo; y te puedo asegurar que cada día recibimos estos reportes y verificamos inmediatamente y hacemos que se cumpla. Creo que las metas que nos pone la Política Nacional van a permitir asegurar una mejor protección del patrimonio de aquí en adelante.