La vida de Daniel Castro Segura antes de convertirse en el alcalde de San Juan de Miraflores (SJM) era muy sencilla; se movilizaba en mototaxi, usaba roba que no era precisamente de marca, no portaba relojes carísimos y pasaba sus cumpleaños en compañía solamente de familiares y amigos. Una vida ordinaria sin lujos ni derroches.
Sin embargo, esto cambió cuando de la noche a la mañana pasa de ser regidor a alcalde de SJM debido a la captura de la anterior alcaldesa de su distrito María Cristina Nina, por presuntamente encabezar una organización criminal que se había enquistado dentro del recinto municipal. Es así que, en agosto del 2021, el joven de 30 años asume como máxima autoridad de SJM.
Para celebrar su último onomástico en el pasado 4 de abril, a Daniel Castro no se le ocurrió mejor idea que hacerlo contratando a tres orquestas musicales; la primera, Los Barraza, suele cobrar por presentación un estimado de 8 mil soles, la segunda, NSamble, para adquirir sus servicios uno debe desembolsar 12 mil soles, y la última, Los Gaitán Castro, aquella persona que quiere tenerla en su fiesta debe de pagar 15 mil soles. A lo que sumandos todos esos montos se llegan a los 35 mil soles por tremendo fiestón.
Las luces, los equipos de sonido, la comida y los permisos municipales evidentemente son otros gastos a lo que sumados a los grupos artísticos la factura por la fiesta por sus treinta años llega a la cifra de S/. 69.200.
Castro Segura niega que esos sean los precios reales y que pagó mucho menos. Incluso asegura que amigos como Willington Gutiérrez, asesor jurídico, y el procurador Franklin Quiroz lo ayudaron a costear cierta parte del evento con cuotas de entre S/ 1.000 y S/ 2.000 cada uno.
Asimismo, afirma que no tuvo que correr con los gastos del local ya que una amiga suya identificada como Fanny Palomino le habría prestado el espacio ubicado en las Lagunas de La Molina para que celebre a lo grande su ingreso a las tres décadas.
De acuerdo con el programa dominical Cuarto Poder, existen varios casos de corrupción contra el alcalde Daniel Castro. Uno de ellos es la compra de 177 licuadoras por S/ 800 cada una. Sin embargo, su costo en el mercado sería de casi S/ 300 menos.
No solo el precio de los artefactos estaría en duda, sino que la Contraloría ha observado, además, que el proveedor incluyó en sus costos la obligación de llevarlos a los comedores populares correspondientes. No obstante, los dejó en los sótanos de la municipalidad para que el alcalde los repartiera.
