El Perú vive un incremento exponencial de contagios, sin medidas de prevención, sin camas UCI prácticamente, desabastecimiento de oxígeno para el tratamiento de los pacientes, y por último nuevas cepas del mortal virus van apareciendo en el mundo. Así nos encontramos entre vivir atemorizados y subsistir en esta nueva normalidad donde la economía no puede parar por segunda vez. En este panorama el alcalde de Máncora, Alexander Ramírez, sugiere que las playas del litoral norteño sean abiertas para los bañistas y turistas, y así reactivar la economía del distrito.
En conversación con un medio local, el burgomaestre manifestó que ha enviado oficios y documentos tanto al gobierno provincial como al regional. Sin embargo, a la fecha, aún no recibe ninguna respuesta de parte de las autoridades competentes.
“Hasta ahora no tenemos una solución y siguen prolongando el cierre de playas (…)Para reabrirlas playas (de Máncora) también hemos pedido la ayuda del Gobierno a fin de implementar los protocolos de bioseguridad”, sostuvo el burgomaestre.
El alcalde aseguró que es consciente de la situación que atraviesa la región durante la segunda ola de contagios, pero argumentó su pedido diciendo que el confinamiento y las medidas restrictivas están afectando a la salud física y mental de la población.
En esa línea, Ramírez consideró que los litorales de su jurisdicción son espacios abiertos y oxigenados que no representarían un foco de contagio de la afección viral, si es que se implementan los debidos protocolos de bioseguridad.
“Se respira aire puro y las aguas del mar son buenas para la salud, a comparación de los supermercados, que son lugares donde hay mayor peligro de contagio”, refirió.
“Se está desperdiciando el uso de las playas, ya hemos pedido apoyo del Gobierno central para poder aforar las playas”, agregó.
Asimismo, la autoridad distrital señaló que el cierre de playas ha afectado seriamente a la economía de Máncora, la cual depende del turismo.
Consideró que la eventual reapertura de los litorales del distrito fomentará el crecimiento de la economía local, beneficiando a cientos de trabajadores que viven de la actividad turística.
Al ser consultado sobre cómo se fiscalizará el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad en las playas, Ramírez respondió que, con la ayuda del personal del Ejército, Policía y Serenazgo Municipal, se supervisará si los veraneantes acatan las medidas dispuestas para evitar contagios.
