Albert Camus

«Escribir es crear un mundo o limitar el propio, que es lo mismo”

El artículo que a continuación les presento pertenece a una novela del premio Nobel de Literatura de 1957; “El hombre rebelde”, “Los justos”, “El primer hombre”, son algunas de sus obras. Les escribo nada menos que de Albert Camus, ¿y la novela? “El extranjero”.

He podido leer con detenimiento esta obra varias veces, recurría a este libro con frecuencia porque había algo que me atraía. En este libro, de Camus, expresa claramente la philosophie de l’absurd o la filosofía del absurdo, detallando lo paradójico y hasta cierto punto irrazonable que puede vivir una persona en el día a día. Y cómo no haber escrito El Extranjero, si él mismo era un extranjero en su país.

Para empezar este es un relato frío. Llorar, nacer, morir, para Mersault era tan sólo un paso más en la vida. Es como si transmitiera cierto desconsuelo y podría decir que para algunos como yo, causa identificación con el personaje. Tal vez Mersault sabe que el mundo es absurdo, lo imagino preguntándose: ¿Por qué guiarse por una conducta social determinada? ¿Por qué hacer lo mismo que otro para ser aceptado? Al guiarse, es como el salvaje, del cual habla Malinowski en uno de sus libros, que se halla cercado por las costumbres de su pueblo, encadenado por tradiciones inmemoriales… en cada aspecto de su vida .

Las rutinas sociales le causan irritación, sin embargo pareciera ser una persona sin emociones, no existe un crisol de sentimientos en él, parece que no sintiera nada aunque a mi parecer más que no sentir, él sigue una posición filosófica, un estilo de vida por llamarlo de alguna manera. Inconscientemente Mersault seguía los mismos parámetros que mencionaba Baruch Spinoza cuando dice que el hombre sometido a los afectos no es independiente, sino que está bajo la jurisdicción de la fortuna. Estoy sin duda frente a un esquizoide en fases básicas señalado con el irritante dedo acusador de la sociedad, puedo añadir que lo único bueno y tranquilizante que tiene la humanidad es que es biodegradable.

Este extranjero en la sociedad da muestras de insatisfacción con quienes le rodea, en verdad son pocos con quienes tiene empatía, como si seleccionara a las personas con alguna fórmula o ecuación matemática. Era tan extraño este sujeto, que comete un crimen por estar bajo los bravíos ataques del sol, parece realmente irracional culpar al sol por aquella terrible situación, sería como culpar al alcohol por los violentos actos que puede cometer una persona ebria. Pero en este caso si, Mersault sufría de tensiones causadas por el sol, situación muy seria de la cual, probablemente él no estaba consciente y tal vez muchos de nosotros los lectores pasamos por alto. 

Parece ser un hombre arrojado a una vida sin sentido, pero más que nada por sentirse rodeado de una sociedad abrumadora. Les pregunto: ¿Cómo ser libre en una sociedad que nos arranca como buitres la libertad del cuerpo? Es de aquí de donde viene el problema ético: No hay libertad sin justicia, como de nada sirve la justicia sin libertad, que fueron palabras del mismo Camus.

Existen pasos en la vida; nacer, crecer, reproducirse y morir y no olvidemos que luego nos descomponemos. Son etapas inevitables, pero esta sociedad se ha ahorrado hasta tres etapas y ha comenzado a descomponerse, aunque en realidad, viene descomponiéndose desde hace ya mucho, pero estamos inmersos en el pestilente olor y no lo notamos.

Pienso que en esta sociedad el individuo tanto como Mersault son víctimas de la arbitraria irracionalidad de los mecanismos sociales disfrazados bajo las ropas del derecho, el orden y la justicia. En ésta, el héroe es condenado a muerte porque se niega tenazmente al juego de mentiras e hipocresías propias de las convenciones sociales.

Hagamos un poco calistenia cerebral para descifrar el engaño social en el que vivimos, donde hacer lo que nos place donde está socialmente prohibido, siendo sinónimo de castigo y repulsión social. Ser como borregos siguiendo el rebaño que se encuentra bajo el yugo del pastor que lo único que hace es beneficiarse a costa de los corderos. ¿Acaso no existen verdaderamente las libres decisiones? Recurro a Fromm para cuestionar aún más el problema; ¿Puede la libertad volverse una carga demasiado pesada para el hombre, al punto que trate de eludirla? 
Una posible explicación para la situación, es que tal vez la sociedad brinda al individuo todo servido o que éste da por sentado muchas cosas de la vida, entre ellas la libertad, de obrar, sentir, pensar, de expresarse… Como dijo Vargas Llosa ; “No hay sociedad… sin un consenso de los seres que la integran respecto a ciertos ritos o formas que deben ser respetados por todos. Sin este acuerdo no habría sociedad sino una jungla de bípedos libérrimos”. Pienso que se pone en evidencia cuando Vargas Llosa habla de Camus; se muestra completamente incapaz de comprender el contenido existencialista de Camus tanto en su forma de ser como en su obra.

Concluyendo, esta obra de Camus tuvo efectos lacrimógenos en mi, al margen de que hubo identificación con Mersault, ya que podemos ver como se aparta y hasta se condena a una persona por ser como es, distinto al vulgo.

¿Será tal vez que la sociedad protege al individuo realmente? Yo creo que si lo protege. De igual forma que un niño protegería a una hormiga del sol, con una lupa.

Rafael Félix Espinoza Lau.