Entrenamiento de alta intensidad. Al menos 300 agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) recibirán capacitación y entrenamiento por el gobierno de los Estados Unidos (EE. UU). El objetivo es que este grupo policial pueda enfrentar de manera más eficaz a las organizaciones criminales extranjeras que operan en el país.
La División de Investigaciones Transnacionales (TCIU, por sus siglas en inglés) constituye una nueva unidad integrada por policías peruanos. Estos serán entrenados por agentes de Homeland Security Investigations, quienes poseen información valiosa y capacidades especializadas para enfrentar a grupos delictivos transnacionales.
Dichos agentes estadounidenses se encargarán de preparar, asesorar y brindar asistencia técnica a esta recién formada división de la policía peruana gracias a un convenio bilateral vigente entre EE.UU. y Perú.
Solo los mejores podrán formar parte de la nueva división
La institución policial del Perú será la encargada de crear la nueva división especializada en investigaciones transnacionales. Para ello, reclutará a sus mejores suboficiales y oficiales, quienes deberán cumplir una serie de requisitos que ha mencionado el exviceministro del interior, Ricardo Valdés:
Poseer un alto nivel de entrenamiento y valor ético
Tener una impecable hoja de servicios
Aceptar de forma voluntaria su participación y traslado a esta división
Superar pruebas de polígrafo
Los agentes seleccionados para integrar este grupo especializado provendrán de al menos 10 unidades diferentes de la PNP. Su formación responde a la necesidad de investigar no sólo los crímenes en sí sino también las redes de financiamiento y distribución que se extienden fuera de las fronteras nacionales, conectando con organizaciones criminales en otros países como Venezuela y Ecuador.
De acuerdo a lo señalado por el exviceministro, la TCIU se centrará en las economías criminales con conexiones internacionales, las cuales generan aproximadamente 9800 millones de dólares al año en el Perú. Algunas de estas son: el narcotráfico, la tala ilegal de madera, la minería ilegal de oro y la trata de personas, entre otras.
“Es una iniciativa que hace bien, porque hay que investigar no solo el hecho en sí, sino las conexiones que se establecen con el financiamiento que, en algunos casos, proviene del exterior, o con la venta, si es una organización criminal como el Tren de Aragua. Sabemos que ese dinero, obviamente, se va a Venezuela o a otras partes; lo mismo sucede en el caso de los Choneros de Ecuador, organizaciones que están relacionadas con las ex-FARC de Colombia”, señaló Ricardo Valdés para Panamericana Noticias.