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AFP: El SPP dejó de ser previsional y se ha convertido en un ahorro obligatorio que perjudica a los afiliados

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Escribe: Luis Felipe Alpaca

El viernes casi a la medianoche el Pleno del Congreso de la República aprobó el proyecto multipartidario que autoriza el retiro del 25% de fondos de las AFP. La ley fue aprobada con 107 votos a favor, 4 en contra y 0 abstenciones y como fue unánime fue exonerada de segunda votación.

Las ocho agrupaciones políticas que votaron a favor del proyecto han sido Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos Perú, Unión por el Perú, Fuerza Popular, Frepap, Somos Perú y el Frente Amplio. Los congresistas representantes del Partido Morado que votaron en contra del proyecto multipartidario fueron Alberto de Belaunde, Francisco Sagástegui, Zenaida Solís y Daniel Olivares; a excepción de Gino Costa que si bien ha respaldado los votos de sus compañeros de bancada, no dio respuesta a la hora de votar. Por su parte la congresista morada Carolina Lizárraga fue la única que votó a favor.

Según datos de la SBS y AFP, los aportantes que se favorecerán con esta ley que les facultará a retirar el monto de 1 UIT hasta por un tope de 3 UIT equivalentes a S/ 12,900 soles, son más de 3.2 millones de un universo total de más 7.5 millones de afiliados que registra el sistema privado de pensiones.

No obstante, el Ejecutivo ya había decretado hace unos días una norma para que todos los afiliados desempleados que ya no aporten a las AFP  en los últimos 12 meses, puedan retirar a partir de la próxima semana 2 mil soles de sus CIC para que puedan emplearlos en la subsistencia durante el proceso de cuarentena; a pesar de ello, el Congreso arremetió con su proyecto multipartidario del retiro del 25%, iniciativa que no fue precisamente impulsada por la bancada de Podemos (ellos tienen un proyecto más radical con respecto a las AFP que lo impulsarán para su debate cuando termine la cuarentena) ahora, solo queda esperar en un lapso de quince días su promulgación de parte del mandatario Vizcarra, o en su defecto su devolución al Congreso mediante una observación. Si ese fuera el caso, el Ejecutivo estaría dejando la autógrafa en el terreno del parlamento para que éste finalmente la promulgue con el voto de más de la mitad del número de miembros del Congreso (Articulo N° 108 de la Carta Magna).

Tanto en las redes sociales, como en otros medios se han formado dos facciones: los que están de acuerdo y están celebrando porque al menos contarán con una parte de sus fondos, y por el otro lado los que desaprueban dicha medida por considerarla apresurada y populista ya que solo pretende engatusar al pueblo y porque este en un afán de incauto retirará sus fondos menoscabados debido a la baja de las acciones en las bolsas internacionales y porque luego vendrán los efectos colaterales que traerán abajo la economía local mediante una próxima recesión, así como la inminente quiebra de las AFP.

Finalmente ¿Quién tiene la razón? tanto los sectores que representan la vulnerabilidad y los sectores que representan la estabilidad económica defenderán sus posiciones.

Ahora bien, la incertidumbre que ha dividido a los peruanos se ha generado porque en los últimos días algunos denominados gurús de la economía han salido a difundir, con el discurso de que luego de aprobada la medida populista: vendrá la recesión del país y que las AFP entrarán en crisis. ¿Realmente eso será cierto? Recuerden que el proyecto de ley del REJA en 2015 cuando aquel lobby conformado por políticos, empresarios y la prensa les llevó a pelear con uñas y dientes para que no se apruebe, porque aquella vez también alegaron que el Sistema Privado de Pensiones peruano corría el riesgo de quebrar. Y ¿acaso ha quebrado? Si estamos viendo que actualmente cientos de miles de afiliados cuando cumplen 50 y 55 años de edad y en situación de desempleo están retirando el 95.5 % de sus aportes, es decir lo retiran casi todo y no pasa nada. En ese sentido, las AFP continúan más solventes y empoderadas que nunca, a diferencia de los desprotegidos afiliados.

Justamente, antes que se aprobara la norma multipartidaria, salieron los expertos en la materia para hacer creer que realmente estaban preocupados por los fondos y las rentabilidades de millones de aportantes, a tal punto que me hicieron recordar la campaña electoral de Xavier Barrón cuando en 1990 durante su candidatura parlamentaria con el Fredemo se preocupaba por los viejitos, así les decía él y en el spot de campaña exclamaba: ¿Qué daño han hecho?

Y a pesar que se muestran como los verdaderos solidarios y que velan por el dinero de los aportantes, ahora debemos entender por qué personajes como Diego Macera Gerente del Instituto Peruano de Economía, Giovanna Prialé Presidenta de AAFP, Aldo Ferrini Ceo de AFP Integra, María Isabel León Jefa de Confiep, Julio Velarde Director del BCR, Elmer Cuba economista del Directorio del BCR, Alonso Segura ex ministro del MEF; Alfredo Thorne ex ministro de PPK y exdirector de Prima AFP; Mercedes Araoz (la verdad no sé cómo denominarla) y por último la ministra María Antonieta Alva del MEF que hoy se ha vuelto celebre en los medios del extranjero; tienen la vehemencia que vienen mostrando cada vez que discuten ante la posibilidad del retiro de millones de soles de las arcas que administran las AFP: porque están evidenciando que tienen una consigna y un tótem a quien seguir.  

La cosa es sencilla, pero decirlo así de modo frontal quizá genere escozor. Aquellos gurús y expertos que acabo de mencionar se nota que obedecen a intereses de los grandes grupos empresariales, y ahora están coadyuvando de forma deliberada a los intereses de las AFP, porque para ellos según sus raciocinios y criterios, quienes deberían ocuparse realmente de los intereses del vulgo y la clase vulnerada son aquellos gremios y dirigencias como la CGTP y la CT (que para eso han sido creadas, para salir a las calles a hacer revueltas alrededor de la plaza Dos de Mayo con sus marchas multitudinarias) a diferencia de aquellos sesudos economistas con PhD, y administradores con DBA que se hallan en su zona de confort, porque están altamente posicionados en instituciones privadas y del Estado. Ellos están inmersos en asuntos mucho más importantes, es decir, de gente más importante… entre tanto solo se preocupan en asegurar la cadena de pagos a nivel mega-empresarial, llámese crear patrimonios o activos fijos, títulos valores, acciones en la Bolsas internacionales e inversiones en Banca e hipotecas, y todo en honor a la plusvalía mercantil.

 Y eso no es que esté mal, porque si bien se requiere manejo y habilidad para generar rentabilidad ¿dónde quedan los recursos humanos, el incentivo a la mano de obra o la plusvalía social? Simplemente eso está ignorado porque su sesgo solo está basado en cifras y proyecciones frías. Creo más bien que deberían tomar en cuenta a la Sociología-económica que es la rama humanista que contrasta teorías económicas cuantitativa con los fenómenos fácticos. Es decir, la relevancia de aquella disciplina consiste en el estudio real del contexto en el que se encuentra el problema o la crisis social-económica, para que a partir de ese momento se pretenda intentar elaborar muestreos, programas, proyecciones y medidas acordes a la realidad.

Y esa metodología es la que precisamente no han tomado en cuenta los expertos que trabajan en el SPP y mucho menos los ministros de Economía de los últimos seis quinquenios.

Asimismo, ya habíamos mencionado que el lobby en nuestro pais existe y si bien no es ilegal, está pauteado desde hace varias décadas, precisamente desde aquella primavera de 1992 cuando Carlos Boloña Behr y Alberto Fujimori firmaron aquel Decreto Ley N°25897 que con el argumento de que estaban emulando al exitoso modelo chileno, se creó en Perú el Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones (SPP), conformado por las denominadas AFP.    

¿Por qué creen entonces que hasta ahora esas mismas AFP se han mantenido intocables? Justamente por el poder de los lobbies, sino analicen cómo los medios y programas periodísticos les han dado muchísima tribuna a esos gurús que fungen de escuderos y que esbozan de manera unilateral e imperativa sus argumentos dizque técnicos basados en cifras y proyecciones, pero que distan mucho de los factos que el habitante de a pie vive día a día en las calles; porque a ellos no se lo cuentan en una aula ni una tutoría y mucho menos se lo elaboran en una Matriz de consistencia.

Lo real de este asunto es que si bien la naturaleza de las AFP consiste en un sistema previsional privado, es decir, fue creado para que asegure pensiones individuales de jubilación para la vida postrera de sus afiliados, eso ya no existe porque ya se desnaturalizó. Actualmente cuando la gente se jubila a los 60 y 65 años mediante este sistema privado, simplemente retira el 95.5% de sus fondos, es decir, caso todo. Entonces ¿dónde está el sistema previsional para toda la vida?

El SPP (Sistema Privado de Pensiones) se ha convertido en un ahorro obligatorio y dictatorial porque se ha impuesto y es por demás mercantilista porque ya dejó de ser previsional y pensionario como bien debería ser de acuerdo a su naturaleza. Ergo, hoy representa un despropósito ominoso y lesivo que atenta contra los empleados más débiles económicamente, me refiero a ese 75% de la PEA que ya está inmersa en la informalidad y que también ingresa a la categoría de vulnerada porque vive de ingresos inopinados día a día y porque apenas alcanza empleos al destajo, o en su defecto los aún existentes contratos temporales y las modalidades de tercerización, como lo son las ingratas services.

Así es la situación laboral de la mayoría de los peruanos desde hace 28 años en nuestro país: en negro, como dicen en Argentina a los que tienen un trabajo sin ningún tipo de contraprestaciones y beneficios. Y creo que todos estamos de acuerdo en que exista un adecuado sistema de seguridad social y previsional; en ese sentido las AFP ya no deberían ir más, porque se tornan muy peligrosas, sobre todo si tomamos en cuenta a todos esos ilustres aliados incondicionales, más allá de los que hemos mencionado en las primeras líneas de este artículo, porque siempre intentarán defender a morir el lobby, la componenda y la convergencia cerrada entre ellos, en perjuicio del resto. Eso es lo que hay que entender para que la opinión pública ya no les dé un cheque en blanco a aquellos agentes económicos que pregonan embusteramente que están de acuerdo con los subsidios y asistencias basadas en la fraternidad hacia a los más desprotegidos.

Felizmente, el tiempo no ha pasado en vano, y aunque ha significado en estas casi tres décadas el abuso y desgobierno contra millones de aportantes, por fortuna actualmente gran parte de representantes de las fuerzas políticas ya tienen claro que este régimen pensionario de las AFP ya no da para más; incluso el propio presidente Martín Vizcarra ha afirmado hace unos días que tiene que debatirse ya una reforma integral de este sistema, conjuntamente con el Congreso para que en el futuro sí beneficie como se debe a los afiliados, o en su defecto y como alternativa: reinventar y potenciar el Sistema Nacional de Pensiones de la ONP que al menos y con todas sus falencias se basa en el Principio de la Solidaridad, a diferencia del SPP cuyo único principio es la utilidad.

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