La poesía peruana es un desborde de sentimientos, un pulso entre corazón y mente que, cuando se fusionan, crean ríos vigorosos. El poeta peruano respira contra el viento, en un país donde la vida se enfrenta a sí misma, donde la poesía apenas es una posibilidad. Su voz documenta la crisis, el dolor y la resistencia.
En este contexto, Teresa Orbegoso escribió con la realidad como astilla clavada en el alma. Su voz poética es la de todos: la otredad como unidad del ser. Su lenguaje, herido y perfecto, cruje como las alas de los gallinazos de Lima. En su escritura hay una razón esencial: el origen del dolor. Su poesía le da voz al miedo, a lo que provoca pánico: la enfermedad, la muerte. En ese versar, dialoga con la tradición, con Moro, Vallejo, Varela y los poetas que la precedieron. La tradición es un eco de afirmación y negación que enriquece su estética. Su obra no es solo testimonio, sino liberación: transforma el dolor en palabras, convirtiendo el sufrimiento en un registro poético universal.
Derrumbada la torre de Babel existe y
El once de septiembre existe
Los incendiados de la guerra con Chile como limbos descoloridos
Y también los seis estudiantes asesinados y los cuarenta y tres desaparecidos
De Ayotzinapa (pág. 78)
Este desgarrador documento poético se nutre del lenguaje surrealista y la modernidad, articulando un latido que resuena en todo el continente. La poesía es el espacio del ser y del estar, de lo sagrado y lo mundano. En Abro el miedo, Orbegoso se inscribe en la tradición de la poesía peruana y latinoamericana, donde la palabra es resistencia. Su obra es universal porque es profundamente peruana, testimonio de una crisis que nos atraviesa a todos. Frente al dolor, solo queda llorar, escribir y abrir un testimonio.
¿Qué pasa cuando muere una poeta en el Perú? ¿Qué pasa cuando ya no puede afirmar su existencia escribiendo? Antes de los días del verano, pude conocer a Teresa, en algunas calles de Quilca. ¿Qué pasa entonces? Nada. Pero queda tu palabra, poeta, y esa luz basta.
(Columna publicada en Diario UNO)