A los 75 años fallece Hugo Sotil, leyenda del fútbol peruano [VIDEO]

Era un tiempo donde el fútbol se jugaba más por amor que por obligación, donde no existían esas exorbitantes (y hasta ridículas) cifras de dinero por un solo jugador, donde los estadios no llevaban el norme de una marca y donde todos lo veíamos desde una pantalla en blanco y negro de manera gratuita.

Era 1975 y la selección de fútbol peruana disputaba el tercer y último partido definitorio para saber quién se llevaría la Copa América. el lugar elegido fue Caracas –Venezuela, y el rival de turno era la sorprendente Colombia.

Previamente, Colombia se impuso de local por un tanto contra cero; mientras en el segundo partido disputado en el Estadio Nacional la ‘Bicolor’ le anotó dos tantos contra cero, obligando así a que se defina todo en una cancha neutral.

Fue así que el 28 de octubre de 1975 ambas escuadras saldrían al gramado del Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela. Los casi 30 mil espectadores presenciaron el único tanto del partido, obra de Hugo ‘El Cholo’ Sotil, quien se escapó de la concentración de su club, el FC Barcelona, para disputar el encuentro para Perú.

Ese mismo hombre que nos regaló nuestra segunda Copa América la madrugada de hoy falleció a la edad de 75 años luego de que estuviera en cuidados intensivos en el hospital 2 de Mayo desde el pasado 19 de diciembre. Se le había diagnosticado severas deficiencias en diversos órganos.

Justamente el pasado 25 de diciembre su hija salió públicamente para pedir una máquina para que le pudieran realizar hemodiálisis, porque en el referido nosocomio no contaban con una disponible dicho día.

Se fue una de las grandes leyendas del fútbol peruano, para muchos conocedores el mejor de todos, por encima de Cueto, Cubillas o Chumpitaz, por todo aquello que hizo dentro de la cancha. Ídolo en el ‘Muni’, ídolo en Alianza Lima, el Barcelona de España, y cómo no de la selección, un hombre sencillo, que no requirió de varios ceros en su cuenta bancaria para ganarse el afecto del pueblo. Descanse en paz, maestro; gracias por tanto y perdón por darle tan poco.