“A LOS 40” UN INTENTO MEDIOCRE DE HACER CINE

Este primer largometraje de Bruno Ascenzo, es una muestra clara de lo que sucede cuando una persona no tiene conocimiento de lo que es el cine. Es además, un ejemplo de lo que no se debe hacer en el cine. Lo sorprendente es que esta película peruana que tiene menos calidad que un trabajo universitario, haya sorprendido al público con una descarada publicidad.

“A los 40” intenta hacer reír, y los recursos para eso no son la buena interpretación, el  buen guión literario, la fotografía, o la dirección de arte; Bruno Ascenzo recurre a la risa fácil, lisuras,  insultos y  cacofonía, que son puestas en las enormes bocas de los personajes.

Con el avance de la película observamos que los personajes que van apareciendo tienen una carencia tremenda como actores, ninguno realiza una buena interpretación, por momentos parecen monos sin brújula frente a una cámara.

Una pésima historia, donde no existe un guión, sino una chanfainita de diálogos sacados de la decadente “comedia” peruana. El filme continuamente cae en lo repetitivo, a Carlos Alcántara solo le queda mostrar los gags trillados, en medio de un reencuentro de amigas que parecen tener el coeficiente intelectual de un pollo.

Luego de ver esta película debo confesar que me dio dolor de cabeza, nunca antes había consumido tanta estupidez junta. Llevar la mediocridad de la televisión al cine, es muy peligroso, debería existir un control de calidad para no hacernos daño con este tipo de producciones.

No se trata de ser chauvinista, y de decir “apoya al cine peruano” lamentablemente para mí esto no es cine.