A 20 años del incendio de Mesa Redonda poco o nada se ha aprendido

Una chispa que se convirtió en una ola de llamas que arrasó con todo y que ocasionó la muerte 453 personas, 258 con quemaduras, 358 niños huérfanos y 83 personas no identificadas (NN), esa chispa que pudo ser evitada, pero las autoridades — tal como ahora — no ven la forma de contener la gran afluencia de personas que acuden cada fin de año al Mercado Central para realizar sus compras, ocasionando el cierre de calles por esa gran marea humana.

Aquel fatídico 29 de diciembre de 2001, hace 20 años, las galerías comerciales no contaban con medidas contra incendios, vías de escape, señales de salida, los pasadizos se encontraban obstruidos por mercadería, y las calles y veredas estaban abarrotadas por vendedores ambulantes y miles de personas. Era el lugar propicio para una tragedia ya que dentro de esas galerías se guardaban explosivos y petardos capaces de detonarse hasta por un día completo, pero nadie se dio cuenta hasta muy tarde.

Fue la imprudencia de un vendedor ambulante quien ocasionó la cadena de explosiones, cuando decidió probar una bombarda popularmente conocida como ‘Chocolate’, desatando una reacción en cadena. Eran aproximadamente las 7 de la noche y el infierno se había desatado.

Días después de la tragedia, los cadáveres que se iban encontrando, muchos de ellos por asfixia, se encontraban irreconocibles ya que las brasas llegaron a los mil grados, complicándose su identificación, requiriéndose pruebas de odontogramas y de ADN.

La investigación preliminar demostró una negligencia de las autoridades, comerciantes y compradores, así como el incumplimiento de las normas de seguridad.

El Ministerio Público exculpó a 58 acusados; sin embargo, formuló una acusación contra 81 pequeños vendedores por poseer explosivos de forma ilegal.

Deudos solo han recibido 700 soles como reparación

Rubén Pajua Huacachi, presidente de la Asociación de Deudos Quemados y Huérfanos del Incendio de Mesa Redonda, señaló para el diario La República que el Estado aún no cumple con otorgarles a los deudos el título de propiedad del predio que posesionaron hace 17 años en el cruce de jirón Andahuaylas con Miró Quesada como parte de la reparación. Además, planean tener licencia de funcionamiento, pero el Ministerio de Cultura (Mincul) pone trabas para facilitar el proceso de autorización porque argumenta que hay restos de un monumento cultural.

Ellos buscan trabajar, pues la Corte Suprema determinó una reparación civil de 200 mil soles, lo que significa 700 para cada uno. El monto, dicen, es insuficiente para asumir una gran pérdida.

Según Pajua Huacachi, muchas víctimas del incendio de Mesa Redonda están falleciendo por el Covid-19 sin encontrar justicia.

En ese sentido, dicha asociación solicitó una audiencia con el presidente de la República, Pedro Castillo, con la finalidad que dé una norma especial para los deudos y se les facilite el título de propiedad de dicho predio.

“Exigimos al presidente Castillo que cumpla con la reparación, que nos adjudique el terreno como parte de la indemnización, hay deudos que están en la calle. Estamos a punto que nos desaloje. Han fallecido deudos sin justicia”, dijo.

“¿Una vida vale 700 soles? Para cobrar eso tengo que sacar la sucesión intestada que tiene un costo de 1.500, por ello nadie ha cobrado”, añadió. La sentencia se dio en la Segunda Sala Penal Transitoria n.° 4744-2007.

Pajua señaló que en la tragedia de Utopía, donde fallecieron 29 jóvenes, la justicia determinó 200 mil soles por cada víctima.