Por Edwin A. Vegas Gallo
492 años han transcurrido según el cronista Jeréz, desde que los 13 del Gallo, fundaron en Tangarará en el valle del Chira, el primer asentamiento humano de Sudamérica.
Después de sucesivos cambios de lugares y fechas de fundación, finalmente se recaló como fecha Fundacional de San Miguel de Piura, el 15 de agosto, coincidente con la fecha de la ciudad de los Caballeros de Huánuco y de la Ciudad Blanca de Arequipa.
Piura ciudad, está a 8 años de su V Centenario que será en 2032, pasados 2 años del cumplimiento de las metas de la AGENDA 2030, sobre calidad de vida, urbanas, de transporte, de salud, de educación y un largo etc. de aquellas.
Pues bien, no se necesita ser aprendiz de vidente o de brujo, para señalar que el futuro promisorio que queremos para nuestra ciudad de mestizos tallanes y capullanas, ayahuasca y huancapampas, no sólo será incierto, sino frustrante y con desesperanza, para los nacidos que entran al VI aniversario Fundacional.
En esa incertidumbre para el desarrollo humano de los piuranos, hay un factor que subyace y que nos está acompañando en las tres últimas décadas y me refiero al analfabetismo político electoral.
No sabemos votar y nos encandilamos con candidatos que traen plata como cancha y que después pronto la recuperan, vía los mocha sueldos o las baratijas anaranjadas con su diezmo congresal, para la manutención personal del líder que no trabaja, como los demás mortales.
En fin, mi Piura, nuestra Piura, es el reflejo del país y mientras no sepamos votar con criterio de conciencia electoral y haya líderes preparados intelectual y moralmente, para la conducción de nuestro destino, seguiremos deambulando en las estadísticas de la supervivencia.