El salsero Rubén Blades siempre fue un contador de historias musicales; y luego de 50 años de carrera él cuenta su propia historia como si fuera un ciudadano de a pie que recorre como cualquier turista las calles de Nueva York.
Yo no me llamo Rubén Blades es el nuevo documental del realizador panameño Abner Benaim, que en 2014 ya había abrazado el éxito con su documental Invasión. Esta vez Benaim coge la cámara y acompaña al salsero en un recorrido por la gran manzana neoyorquina, y por las urbes panameñas, como la calle 13 donde Rubén vivió en su juventud.
La película desde el comienzo se convierte en una crónica oral, que revela anécdotas desconocidas del autor de El cantante; como la vez que la abuela poeta le reveló de pequeño que la muerte existe… que es el fin de la existencia, y que algún día se la llevaría a ella, y luego a él.
Blades es conocido en el mundo artístico como el salsero intelectual, por ser el primero que le puso contenido social y político a las letras de los sones y las rumbas. Temas como Tiburón y Plástico han hecho reflexionar al público latinoamericano desde hace cuarenta años, y le dieron la condición de leyenda; sin embargo, durante el recorrido del filme él como cualquier mortal camina con su bombín (sombrero pequeño) por las calles, y la gente sorprendida le reconoce, se toma selfies, y le aborda para dialogar sin mayores restricciones.
La humildad es una característica que el espectador puede descubrir en el músico a medida que se sumerja en el documental, porque a pesar de haber trabajado con los bravos de la Fania y con los grandes del cine hollywoodense como Robert De Niro y Danny Glover; dijo estar agradecido y le pareció increíble estar al lado de ellos, porque los considera las verdaderas leyendas.
En otro de los pasajes fílmicos, músicos como el judío maravilloso Larry Harlow cuenta cómo recomendó a Blades para tocar con Ray Barreto; incluso estrellas como el ex Police Sting, Paul Simon, y Gilberto Santa Rosa hablan de la grandeza del intelectual de la salsa, que a su vez se graduó de abogado, y que en 2004 postuló a la presidencia del gobierno panameño.
El documental es una ambiciosa producción panameña-colombiana-argentina cuya buena fotografía se convierte en un entrañable fotorreportaje audio visual; asimismo, la banda sonora más que fabulosa está plagada de marcos musicales como El Cantante, Pedro Navaja, Plástico, Tiburón, Buscando Guayaba y GDBD.
En suma, Yo no me llamo Rubén Blades es un filme recomendable que nos muestra a un artista más íntimo, en su estado natural, cuya fama no es de creérsela; como la vez que comentó que un día Gabriel García Márquez le telefoneó para decirle: “Tú eres el desconocido más popular que yo conozco”. Asimismo, el salsero confesó que su gran respeto hacia Fania, luego se convirtió en una gran decepción porque en posteriores batallas legales pudo recuperar la autoría de sus temas que la gran disquera quiso arrebatarle.
Yo no me llamo Rubén Blades se proyectó en la función inaugural del 22 Festival de cine de Lima y cautivó a más de un público salsero, y no salsero que acudió al Gran Teatro Nacional.
Ficha Técnica:
Título original: Yo no me llamo Rubén Blades.
Dirección: Abner Benaim
Año de producción: 2017
País: Argentina, Panamá
Duración: 88 min
Guión: Abner Benaim
Dirección de Fotografía: Gastón Girod, Mauro Colombo
Edición: Felipe Guerrero
Música: Rubén Blades y otros artistas
Reparto: Rubén Blades, Sting, Paul Simon, Larry Harlow, Gilberto Santa Rosa y Residente.
El dato:
Funciones en el 22 Festival de Cine de Lima
Sábado 04 de agosto, 10.15 pm. Cineplanet Alcazar 6.
Domingo 05 de agosto, 8.00 pm. Cineplanet Primavera.
Sábado 11 de agosto, 9.30 pm. Sala Azul CCPUCP
https://www.youtube.com/watch?v=-ohODodDSrs