Escribe Gonzalo Valderrama Escalante
Tinkuy y tupay son casi sinónimos, ambos verbos hacen referencia al hecho de encontrarse, de toparse, de reunirse. El primero con la acepción básica de conjunción, el segundo con la de confrontación, se usan indistintamente para situaciones que tienen de ambas. Donde los ríos se juntan son tinkuy, el encuentro anual del Centro de Estudios Andinos Cusco se llama Tinkuy hace ya cuarenta años.
Pero si recordamos el huayno famoso, el encuentro de los amantes en Saqsayhuaman es tupay, igual que las batallas rituales del Chiariaje. El saludo mismo es usualmente tupananchiskama, más que tinkunanchiskama, el primero se usa de cotidiano, el segundo es más ceremonial. Con todos estos alcances es posible decir que la Plaza Mayor de la ciudad fue este año escenario tanto de tinkuy como de tupay de escritores, editores y lectores.
Ha sido un tinkuy de instituciones. Porque si bien la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco ha sido durante los tres años anteriores la principal promotora de este evento, este año la participación de la tricentenaria Universidad Nacional San Antonio Abad y de la Municipalidad Provincial de Cusco en calidad de coorganizadores de la Fil ha sido más que nominal. Y si en años anteriores la ciudad perdía con el encono entre autoridades y gestiones a partir de la estatua del Inca en la pileta de la plaza, la FIL Cusco ha sido un punto de encuentro de pareceres, preocupaciones y acciones: así, el fomento de la lectura, la promoción del hábito lector y el fortalecimiento del sector editorial local, lograron unificar esfuerzos. Con el añadido de que la sociedad civil organizada en la Mesa Consultiva del Libro y la Lectura Cusco no sólo acompañó este proceso, sino que fue actor protagónico del mismo.
De otra manera no hubiera sido posible una reunión con alrededor de ochenta escritores y ochenta editoriales locales y de la región. Conceptualmente este año se pensó en reunir a creadores, editores y promotores de la lectura del gran sur andino, siendo como es la Fil Cusco un evento promovido por el Estado, sus fines y objetivos se enmarcan necesariamente en las políticas culturales que como país tenemos: Estando ya en el marco de celebraciones por el bicentenario, es preciso recalcar que uno de los principales objetivos a alcanzar en dicha fecha es el de tener un país que reconozca más abiertamente su diversidad cultural. Al respecto, la participación de escritores, editores y promotores culturales de los departamentos del sur andino en la FIL Cusco coloca en un primer plano la obra de quienes por las diferentes dinámicas culturales y de mercado en nuestro país terminan relegados frente a la hegemonía de otros sectores (la discusión sobre los escritores de provincia frente a los de la capital está agotada, pero siempre con cabos sueltos, y problemáticas a visibilizar). Y es a la vez un enunciado sobre el lugar que amerita esta producción y el aporte para la construcción de un imaginario de país más inclusivo.
Los diez días de feria han sido resultado de un arduo trabajo, de coordinaciones miles, de horas de llamadas telefónicas, de mucho esfuerzo. Tras el cual está un gran equipo por cada una de las instituciones que han participado. Sirvan estas líneas para reconocer el trabajo de los integrantes de la comisión coordinadora de la Fil Cusco de parte de la UNSAAC; profesores Mgt. José Mozo, Dr. Jaime Pantigozo Montes, Lic. José Darío Salazar, Lic. José Mauro Pillco, señores Oscar y Almendra Valdivia. De la Municipalidad Provincial de Cusco: Señor Gabriel Rozas Giraldo, Gerente de Educación, Cultura y Turismo, Mgt. Miluska Mendoza Sub Gerente de Educación, Señor René Álvarez Sub Gerente de Cultura de la MPC, Graciela Murillo Directora de la Casa de la Cultura, Marco Moscoso y Oscar del Castillo, Gestores Culturales de la Casa de la Cultura. Merece resaltar el reconocimiento y gratitud a quienes tuvieron en sus manos el grueso de responsabilidades, al equipo de la Sub Dirección de Industrias Culturales de la DDC Cusco; Carmen Macedo, Marushia Loayza, Ricardo Guevara, Katherine Ochoa, Antonieta Conde, Rocío Motta y Boris Flores; así como al equipo de Producción General: Erika Chávez, Winnie Riveros, Inés Quispe, Saúl Ponce, Iván Cucho, Victoria Esquivel, David Huanca, Raúl Escalante, Rocío Quispe, Rosa Revollar, Gregorio Gutiérrez y Rony Bernaola. Quienes fueron las caras visibles de un equipo más amplio de la propia sub dirección de industrias, y también de otras áreas de la DDC Cusco, entre quienes merecen especial mención: Brigitte Torres, Germania Medrano, Verónica Delgado, Tania Valencia, Daniel Wiesse, Javier Borda, y la Sra. Lucrecia Escobar.
De la comunidad de escritores y editores se tuvo la valiosa e imprescindible participación de la Mesa Consultiva del Libro y la Lectura de Cusco. El apoyo y consejo de escritores e intelectuales de nuestra ciudad ha sido la columna vertebral de la FIL, los comentarios y apuntes van en la segunda parte.