En esta apasionante novela, Margaret Atwood nos recuerda una y otra vez que en el mundo de los niños las pequeñas cosas son mucho más grandes...
Desde que me enteré de su deceso, no he parado de escuchar a Morricone. Hay algo en sus melodías que no parece de este mundo, algo...
Cuando él ya no estaba, y el lugar que había ocupado se encontraba de nuevo en penumbras, estallaron las risas. Unas risas sonsas y malsonantes, de...