Mario Pozzi-Escot: “Ser alternativo es una forma de vida”
Mario Pozzi-Escot es mi papá, mi viejo. Y hace cine, su cine, de manera independiente, con la determinación y tenacidad que yo, a mis 23 años, anhelo para mi propio futuro. Este domingo 2 de agosto estrenará, vía Facebook, “El lugar de los encuentros”, documental sobre el poeta, escritor y periodista Germán Carnero Roqué. Una línea telefónica nos conecta, él en su casa y yo en la mía, en medio de esta Lima pandémica, y me concede la entrevista para la que me he estado preparando desde, que, de niño, era su asistente de rodajes. Apreto “grabar” y arrancamos.
-A mí me tocó conocer a Germán de tres formas. La primera fue en Cuatrotablas, hace muchos años, en un espectáculo que realizó Mario Delgado, y llegó Germán, invitado. Después, buscando sus libros, lo pude volver a conocer leyendo El Lugar de los Encuentros, un libro fantástico. Eso me motivó a seguir buscando quién era este poeta, y descubrí que vivía en México, donde había dirigido la oficina de UNESCO, y había nacido ahí, hijo de peruano. Pasó el tiempo, y cuando entré a la Dirección de Cine de San Marcos, él era el director del Museo de Arte, y pudimos conversar, me regaló libros, nos hicimos amigos. Me gustó su manera de ser, es un gran amigo, leal, hombre progresista, de izquierda, sin ser dogmático…Y, 10 años después de haber trabajado juntos, una tarde, releyendo sus libros, me di cuenta de que tenía que hacer este documental.
-¿Qué aspectos de Germán quieres mostrar en el documental?
-Es un reto, ya que, para mí, documental es vida. Y es cámara. Su obra, y lo que él es, fue lo que me retó a mostrarlo a través de cámara, en base a conversaciones, a lo que pude ver de su vida cotidiana. Su esposa, Adita, es una mujer maravillosa, es su compañera de toda la vida. Tú entras a su casa, y es una cosa hermosa, poder verlos juntos, conversando, trabajando. Ellos, como pareja, como unidad, me motivaron mucho. En el documental trato de mostrar la cotidianidad de Germán, su vida, a través de la cámara.
-Tu labor de difusión cultural comienza décadas atrás, con proyectos como, por ejemplo, Videomemoria. Hoy, continúas esa labor a través del internet. ¿Cómo has vivido ese proceso?
-Videomemoria comenzó en los 80. Surge ya que me revienta, me indigna, esta falta de memoria de nuestro país, ese olvido de su gente. Nuestro pueblo está marcado por este olvido, y es algo que arrastramos hasta hoy, con el COVID. Descubrimos, otra vez, que carecemos de muchas cosas, como sociedad, como país. A mí me pasó algo fuerte en el sentido político, moral, ético. Estuve en Barcelona buscando material de archivo para una película que estaba haciendo, y, en ese proceso, veo, en un film, bajando de un tranvía, a quien yo pensé era Vallejo. Pido que me separen esa secuencia, la veo, y no era Vallejo…o sí, era… bajaba del tranvía, parecía un judío errante, con su sombrero. Esa experiencia me marcó. A mi regreso, lo comento con Jorge Pimentel, de Hora Zero, quien me dice: “Pero Mario, aún hay poetas vivos”. Comienzo así con los poetas de los años 50: Romualdo, Sologuren, Washington Delgado… Desde la Casona, y mi trabajo en el Centro Cultural de la Universidad San Marcos, años después, son una extensión de Videomemoria. Para eso, logré un acuerdo internacional con Livemedia y pusimos el canal web. Hoy, retomo la web como espacio de difusión, ya que, creo, nuestro sistema ha mediatizado la expresión cinematográfica, la expresión libre de la gente. El cine es economía, política, arte, tecnología, expresión, y merece un espacio más.
Mario Pozzi-Escot y Jorge Pimentel, 1988
-¿Cómo entras al cine?
-Estudié en el Franco Peruano, y la filosofía, las preguntas de la vida, el tiempo, y el sentido siempre me motivaron a leer mucho, y a buscar, también, dentro de mí mismo. Comencé a entrenar bastante, me volví un fanático del gimnasio, pero, a la vez, había estado en el Leoncio Prado, y había encontrado, ahí, un Perú maravilloso: Arguedas, Vallejo… Entré a la Universidad Villarreal, pero mantenerse en clases, en esa época, era muy complicado. Los 60 fueron una época muy emocionante, de pura lucha. En la Villarreal, en esa época, había un gran partido arengando, trabajando… Conocí al APRA, Haya de la Torre.. Y estando en eso, mientras estudiaba filosofía, veo un aviso de la escuela de cine de Armando Robles en el periódico. Al día siguiente me fui para allá, hablé con Armando, me explicó lo que estaba haciendo, y me pasé a la escuela. Estudié ahí, y Armando me contrató, junto con Fausto Espinoza, Jorge Suárez, Nora de Izcue, quien ya era su socia. Y entramos a trabajar con él.
Mario Pozzi-Escot y Armando Robles Godoy, rodaje de “La Muralla Verde”, 1970.
-¿Qué aprendiste de Armando?
-De Armando aprendí todo. Inculcó en nosotros esa gran pregunta de qué hacer con el cine, y ese cuestionamiento nunca se nos fue. Armando fue uno de los grandes vanguardistas de nuestro cine, uno de los primeros en luchar por una legislación. Con él, aprendimos a trabajar, ser independientes y creativos. Cuando trabajamos en películas como Espejismo o La muralla verde, éramos muy jóvenes, tendríamos tu edad…22, 23… (risas) Me volví escenógrafo, maquinista, asistente de cámara… Fue una maravilla haberlo conocido.
-Según tu experiencia, ¿qué significó la ley de cine de Velasco para la producción cinematográfica de los 70?
-La ley de cine de Velasco debe ser vista en el contexto sociopolítico de la época. Velasco fue un dictador progresista, nacionalista, era la cara opuesta de esa gran mascarada de las dictaduras fascistas que había en Latinoamérica, en Argentina y Chile, por ejemplo. Velasco cambió la historia del Perú. Aquella ley de cine propició que el cine nacional se viera obligatoriamente en las salas. Nuestra cuota era abierta, todos producíamos cortometrajes: el Banco de la Nación nos prestaba el dinero, que devolvíamos en base a la recaudación, y de ahí pasábamos al largometraje. Pero eso duró lo que tenía que durar, fue una especie de gran sueño llevado a cabo que nos formó como profesionales. En esa época trabajé con Armando, con Dennis Hopper, hicimos nuestros cortos…Yo me interesé por el asunto de la expresión, del rescate de la memoria. Hice un corto sobre Tilsa Tsuchiya, hice Baila Negro, otro sobre Cuatrotablas, un mediometraje… De ahí cae Velasco y entra Morales, quien, a mi parecer, lo traiciona, y regresa todo a como estaba. Borrón y cuenta nueva.
Mario Pozzi-Escot en el rodaje de “The Last Movie” de Dennis Hopper, 1971.
-¿Cómo ves el rumbo que ha tomado el cine peruano en los últimos años?
– El cine peruano es un reflejo del subdesarrollo peruano. La oferta cinematográfica está copada por producciones norteamericanas, por la gran industria, donde hay basura, y, de vez en cuando, buenas películas. Acá no se ve cine de Japón, de Argentina, de Francia…Nuestro cine se ha ido adaptando a eso, y ha logrado ciertas líneas comerciales, malas, y líneas personales de cineastas que han hecho su propio cine, lo que ellos han querido hacer. A partir de la ley de cine dada por el dictador Fujimori, en los 90, el panorama se volvió terrible, en el sentido en que si no entrabas en lo comercial, la cosa no daba para más. Desde entonces, el gran público ha estado copado por las líneas comerciales, industriales, y en ese contexto el cine peruano ha logrado grandes éxitos comerciales, pasando el millón de espectadores, por primera vez, con una película que es una basura, un film superficial, falso, chabacano… El cine debe aún lograr muchas cosas. No es solamente entretenimiento. También educa, lleva a la gente a la conciencia de su realidad.
– Es que también es políticamente conveniente para ciertos sectores tener un cine masivo de puro entretenimiento…
-Es la ley neoliberal: entretener, desinformar y explotar a la gente. El cine, a través del sistema de estímulos estatales, tiene haciendo cola a un montón de ingenuos cineastas nuestros. Muchos de los jóvenes están detrás de esto. Los viejos, de mi generación, ya se dieron cuenta hace rato. Este sistema de concursos implica, a mi parecer, una autocensura de los cineastas, para poder coincidir con los principios, las exigencias, que establece el concurso. Eso hace enmudecer este cine peruano, que, en el mundo, es virtualmente silenciado. Es, por lo tanto, frente a esta situación que yo adopto un cine como forma de vida, un cine libre, expresivo, y es por eso que me gusta trabajar con otros artistas, sobre todo con poetas.
-¿Cómo, en medio de este panorama, en el que muchos cineastas dependen de los estímulos estatales o de auspicios privados, mantener esa independencia creativa?
-El reto es no caer en el juego oficial. Ser independiente, ser alternativo, es una forma de vida, que va en paralelo a mí, a mi forma de expresarme y hacer mi cine, que no depende del gran público, ni, mucho menos, de dineros o aportes del Estado. Videomemoria y mis expresiones a nivel cinematográfico tienen, en ese sentido, un público restringido. Es experimental: yo soy resistente a esa visión del cine comercial, de ese cine que depende de las líneas políticas reinantes de la coyuntura en la que el Estado le da el premio a alguien. El cine es un gran abanico de expresión: entretiene, forma, educa, informa… Cuando, dentro de estos cuatro elementos, das mayor peso al entretener, chau…Se fue “a la M” toda la expresión… Pero si entretienes, y además informas y educas a la gente, ya estás agarrando carne política, ideológica, filosófica…y el cine cobra otro color.
Mario Pozzi-Escot y Andrew Colquhoun, socio de Livemedia, en transmisión en vivo para “Desde la Casona” (Centro Cultural UNMSM), 2009.
-Tu cine es una proyección de ti mismo, de tu visión del mundo. ¿Dirías que es algo que te ha permitido encontrar un lugar propio en el mundo, una vida propia?
-La primera pregunta que uno se hace es la del sentido de todo esto. Y todo esto es un sinsentido. Valga la redundancia, es ese sentido del sinsentido lo que siempre ha guiado mi búsqueda. Es algo que me he hecho adoptar muchas posiciones, actitudes, y, si no fuera por el cine, por la creación artística, estaría metido en política, o sería un indignado gritón en la calle, protestando…(risas) El cine me ha permitido encontrarme a mí mismo. Comencé cuando tenía 20 años, han pasado más de 50, y sigo trabajando y manteniendo. Acabo de terminar la película de Germán, estoy haciendo otra, y lo hago sin depender de grandes capitales. Como dijo un gran cineasta, el cine es una cámara y una idea. Entonces, esa cámara y esa idea las llevo a cabo contra viento y marea. Me niego a seguir la ilusión del éxito. Lo que me importa es trabajar, ser como soy, decir lo que quiero decir. Estoy terminando una película que se llama Martín, con mi cámara, y un actor natural, maravilloso, que encontré. Empecé a grabar Martín antes del COVID,y ahora estoy editando y grabando cosas complementarias. También, voy a terminar mi Ochenio, documental sobre la dictadura de Odría. Me interesó mucho realizar un documental sobre Eloy Jáuregui, poeta Horazeriano y gran periodista, que está colgado en Zonavideored, junto con otros documentales, como Mundos Andinos, Lima Opinión pública, Arguedas Los Ríos profundos, con Cuatrotablas. Acá en casa, tengo mi computadora, mi cámara, mi biblioteca. Claudia, mi esposa, me ayuda muchísimo, también Amparo, mi hija, y tú. Tus hermanos mayores, estando en lo suyo, colaboran mucho también. Y ahí vamos, avanzando. El cine hay que hacerlo hasta el último momento en que uno tenga fuerza y capacidad de expresión.
-Es la búsqueda de una vida entera.
-Exacto. Para mí, vivir es hacer cine. Así trabajo yo, y así voy a seguir.
“EL LUGAR DE LOS ENCUENTROS- GERMÁN CARNERO: POETA, ESCRITOR, PERIODISTA” SE ESTRENARÁ ESTE DOMINGO 2 DE AGOSTO A LAS 6 P.M VÍA FACEBOOK.
“Soy crítico de cine desde hace veinticinco años, y cineasta desde hace apenas cinco, pero pienso cada día de mi vida y cada vez con más fuerza, que mi mejor crítica a la estupidez corrupta y masiva del sistema pasa esencialmente por demostrar, cada vez que me lo propongo, que es perfectamente hacer películas de valor, que tomen riesgos, y que sean verdaderamente libres, con un presupuesto absolutamente mínimo o de hecho incluso casi inexistente”.
La ciudad y María Santísima, de Mario Castro Cobos (Perú, 71 min, 2023). A la mayoría, en la ciudad, no parece que les sea fácil sobrevivir… Esta película intenta en parte ser un homenaje a ellos. La ciudad: fuente de gracia, locura, juego, ironía. También de rebelión, airada y alegre. Y una reflexión acerca de la ‘imagen-madre’.
Película de estreno
Todas las películas del director liberadas en youtube a la distancia de un clic:
A partir de la idea de Develar la impermanencia -nada es fijo, todo se transforma-, surge este encuentro para la investigación y experimentación cinematográfica entre la ciudad y el mar (Trujillo y Puerto Malabrigo). Una invitación a liberar la mirada y escucha que permita la observación de sí y del entorno. Toda historia (toda película) implica un viaje. Y todo viaje es un proceso de transformación. Arrancará este encuentro con un punto de partida: serenidad ante las cosas y apertura al misterio.
PROGRAMA
Miércoles 13/9.
Lugar: Huaqo Galería (Trujillo)
10:00 a 13:00 h.
Presentación de participantes.
¿Y si lo que está afuera está adentro? O cómo descubrí mi posibilidad de relación con el mundo. Vertov, Marker, Mekas. Proyección de «Mamá cumple 82 veranos».
Propicia: Mario Castro Cobos
15:00 a 18:00 h.
Contrapunto sonoro. Contra el ojocentrismo: Procesos, apuntes y reflexiones para la inmersión sonora. Ana Vaz, Michel Fano.
Propicia: Angel Pajares
Jueves 14/9.
Lugar: Huaqo Galería
10:00 a 13:00 h.
Películas caseras (o un cine más cerca de la vida). Hallazgos propios y ajenos. La historia como conjunto de encuentros y sensaciones. Brakhage, Benning, McElwee.
Propicia: Mario Castro Cobos
15:00 a 18:00 h.
Found footage y resignificación del archivo personal. Develar lo extraordinario del cotidiano. Presencia y sincronicidad. Caso «El espacio entre las cosas» de Raúl del Busto y «My mexican bretzel» de Nuria Giménez.
Propicia: Ángel Pajares
Viernes 15/9.
Lugar: Puerto Malabrigo
8:00 a 20:00 h.
Meditación. Rodaje y montaje en cámara. Registro sonoro.
Sábado 16/9.
Lugar: Huaqo Galería
15:00 a 18:00 h.
Puesta en común del material filmado y devolución entre participantes.
Motivo de orgullo. No hay que envidiar a las grandes superproducciones extranjeras para poder apreciar una buena película animada. ‘Milagros: una osa extraordinaria’ se encuentra por buen camino para alcanzar los 100 mil espectadores en las salas de cine, ganándose los elogios del público por su emotivo mensaje contra el maltrato animal y su habilidad para entretener y conmover. La cinta ha logrado destacarse no solo por su trama conmovedora y emocionante, sino también por su valiente compromiso con la protección del medio ambiente.
Dirigida por Eduardo Schuldt y producida por Chaska Entertainment, la película ha requerido dos años de intenso trabajo de más de 150 profesionales peruanos.
Eduardo Schuldt durante el estreno de la película. Aún se encuentra en cartelera. Foto: Caretas.
La cinta nacional no solo busca cautivar a las audiencias, sino también crear una conciencia ecológica, especialmente entre los niños y las familias. Eduardo Schuldt, el director, compartió su emoción por esta producción: “Es una película hecha con mucho corazón y cariño. Estamos emocionados y ansiamos que todo el público la disfrute. Habla del amor entre hermanos y también busca despertar la conciencia ecológica, especialmente en los niños y las familias”, manifestó.
Un logro digno de mención es que ‘Milagros: Una osa extraordinaria’ ha obtenido un reconocimiento único a nivel global, al convertirse en la primera película en el mundo en generar un impacto positivo en el medio ambiente. Siguiendo los estándares de acción climática establecidos por la ONU, la producción ha recibido la certificación ‘Climate Positive de Green Initiative’, marcando un hito histórico para el Perú.
La película se ha convertido en una embajadora global de la restauración ecológica, con la aspiración de brindar esperanza a las especies amenazadas por el crecimiento poblacional y las actividades ilícitas. La película continúa siendo proyectada exclusivamente en Cineplanet, transmitiendo un poderoso mensaje de cuidado ambiental e impacto positivo.
“Hay varios elementos, pero una de las cosas que nosotros tratamos siempre es que sea una película que sea divertida, una cinta que te enganche. Hablamos de la tala indiscriminada de bosques, del abuso hacia los animales y a nuestro mundo. También el tema es del amor entre hermanos, creo que ese es el punto principal de la película; pero también el mostrarte que también pueden haber esos buenos sentimientos con alguien que no es necesariamente tu hermano. No quiero spoilear, pero en concreto nos habla de forma familiar acerca del amor de hermanos”, agrega Shuldt.
Carlos Alcántara se contradice: “No dirigiría una película viendo tutoriales”
Cachín intenta negar lo que mencionó en una entrevista con Henry Spencer. ¿Acaso Carlos Alcántara sufre de amnesia? Además, su exagerada indignación por las críticas contra su película, nos hace pensar que tal vez Alcántara se siente un genio incomprendido.
Tras las críticas a su película “Asu Mare” Los amigos, Carlos Alcántara hace hasta lo imposible para intentar negar lo que declaró en una entrevista que le realizó el youtuber Henry Spencer. Ahora intenta confundir al público y negar lo que salió de sus propios labios: “Cuando tuve que asumir la dirección empecé a ver algunos tutoriales“.
Esa declaración es un hecho concreto que ha quedado registrado en audio y video, pero parece que Carlos Alcántara sufre de amnesia, aquí dejamos el video para recordar su sincera declaración ante cámaras.
En su intento de defensa, Carlos Alcántara manifestó: “No es tan fácil dirigir una película, sobre todo una comedia. Si la gente no se hubiera divertido en todas las salas de cine, estaría mal hecha. Tengo 36 años como actor y en los últimos diez he participado como codirector y productor de muchas películas como en todas las de ‘Asu mare’, ‘Lusers’, ‘Siete semillas’, ‘El gran León’, en todas he aportado, he participado de todos los procesos y he dirigido porque sé todo lo que tengo que hacer. Han sido ligeros al hablar, yo no dirigiría una película viendo tutoriales, es imposible. Eso es algo que nunca dije”.
Increíble como se contradice Alcántara. Pero tras este hecho anecdótico que quedará para la posteridad, lo que no se entiende es la actitud de palomilla de ventada de Cachín, ya que en la reciente entrevista con Jesús Alzamora, Carlos Alcántara también lanzó improperios contra los que critican su fallida película, e incluso amenazó al youtuber Henry Spencer.
“Si has querido hacerme algo, me has afectado, sí. Así que estoy afectado, no te me cruces por la calle ah… Mi esposa siempre me dice no insultes, pero estos pelotudos me provocan”. mencionó el “director” de Asu Mare, Los amigos.
Queda claro que Cachín no solo no sabe dirigir, tampoco sabe actuar frente a las críticas. O tal vez, su comportamiento se basa en que él cree que es un genio incomprendido. ¿Acaso las secuelas de “Asu Mare” son parte de un movimiento dogmático y no nos hemos dado cuenta? No cabe duda, la ignorancia es muy atrevida.
Una vez más, Carlos Alcántara nos defrauda en su intento por hacer cine. Primero fue como actor, donde pudimos observar sus limitaciones interpretativas con el personaje de Cachín. Ahora, en esta secuela producida por Tondero, Alcántara deja la piel de Cachín para intentar ponerse en los zapatos de un director. Lamentablemente no lo logra. El resultado ha sido catastrófico. ‘¡Asu Mare! Los amigos’ se podría convertir en una de las peores producciones nacionales de los últimos años.
La fórmula de la historia siempre ha sido básica: uso excesivo de clichés, abuso de la coprolalia, pésimas actuaciones, paupérrimo guion y un grosero atrevimiento que los hace creer que lo que hacen es cine. Ver la película en Netflix solo me provocó lástima. ¿Acaso hay algo peor que una seudo comedia que no te haga reír?
Aquí, claramente, no existe una necesidad artística, lo que existe es una necesidad económica. Entonces, ¿qué es el cine para Carlos Alcántara? Probablemente ni él tenga esa respuesta, o tal vez creerá que es solo una mercancía. Pero lo que sabemos a ciencia cierta es que después de dirigir ‘¡Asu Mare! Los amigos’, Alcántara confesó que no sabe de cine y que vio tutoriales para dirigir.
Lo que tiene que entender Carlos Alcántara es que para hacer cine no basta con ver tutoriales. Ese atrevimiento es el gran problema de la mayoría de directores y actores peruanos: no ven cine, no van al teatro, no conocen sobre artes plásticas y muchos menos se alimentan de literatura. ¿Cómo así pretenden hacer cine? ¿Acaso no entienden que el cine es una de las artes interdisciplinarias?
Pero en las cabezas de la dupla Tondero – Alcántara, queda claro que el conocimiento del arte no es una prioridad, pues, además, nos demuestran que el talento tampoco importa, es por eso que entre sus “actores” vemos desfilar a personajillos sin alma que pululan en las redes sociales y a una congresista que jamás será recordada en los anales de historia.
Cintas como ‘¡Asu Mare! Los amigos’ no ayudan a la producción nacional, historias como esa solo alimentan el apetito personal de una productora parida para la publicidad y la de un actor encasillado en un personaje que pretende ser chistoso.
Al final hay público para todo, así como en otros países la porno-miseria es aplicada para llenar salas de cine, en el Perú también existen publicistas que utilizan como materia prima la mediocridad, la obscenidad y el “barrio” como pretexto para contar una mala historia. Tondero sigue subestimando al público, pero lo más absurdo es que hay empresas y bancos —como Interbank— que apuestan por productos como este.
Si quieren ver una película sobre la amistad y el amor, miren Cinema Paradiso, donde Totó y Alfredo te harán entender lo que es el cine y lo que son los amigos. Queda claro que, para lograr una industria cinematográfica en el Perú, queda mucho, muchísimo camino por recorrer.
El juego del calamar es una de las series de Netflix más aclamadas de los últimos tiempos. En pocas palabras, su argumento gira en torno a un concurso de juegos mortales, de los que participan personas con dificultades financieras. Ahora bien, la primera entrega de la serie tuvo tanto éxito que son muchos los seguidores que están esperando el lanzamiento de la próxima. ¿Cuándo llegará la nueva temporada de El juego del calamar?
El argumento de El juego del calamar
El juego del calamar es una serie surcoreana de acción, suspenso y supervivencia que sigue la vida de Seong Gi-hun, un hombre con dificultades económicas que decide participar de un concurso secreto para intentar ganar dinero rápido. Cuando acepta la oferta, se encuentra con otras 455 personas que también tienen problemas financieros. Muy pronto, todos los participantes descubren que perder el juego implica morir y que, con ello, el premio final asciende. Para intentar mantenerse con vida, Seong Gi-hun forma un grupo para intentar resolver todos los desafíos que este macabro concurso pone en su camino.
La expectativa por una nueva temporada
El juego del calamar ha tenido gran aceptación por parte del público, debido a su argumento. Para muchos, esta serie surcoreana ofrece numerosos consejos para manejar las finanzas y da un pantallazo, aunque exagerado, de las consecuencias de tomar malas decisiones. Por eso, hay mucha expectativa por disfrutar de una segunda temporada.
¿Cuándo llegará la segunda temporada?
Ahora bien, Netflix ya anunció que habrá una segunda temporada, aunque esta podría llegar recién en el año 2024. La grabación de la segunda entrega comenzará durante el verano europeo y durará, por lo menos, 10 meses. En esta edición, lo más probable es que el programa retome el final que dejó revelaciones sobre la identidad del hermano perdido del detective Hwang Joon Ho. Por lo pronto, no se sabe mucho más que eso sobre el argumento en el que se centrará la historia de El juego del calamar. Si no puedes esperar y necesitas un entretenimiento alternativo y te agrada el mundo del casino online, puedes echar un vistazo a la sala latina, cuyos juegos de casino tienen toda la espectacularidad gráfica y sonora de las series y películas.
¿Y una tercera temporada?
El fenómeno de El juego del calamar ha sido tal que sus seguidores ya están reclamando una tercera temporada. A propósito de ello, su creador, Hwang Dong-hyuk, declaró en una revista que estaba en medio de negociaciones para que la serie se extendiera más allá de la segunda entrega. Si bien esta noticia sorprendió al público porque Hwang Dong-hyuk tenía algunas dudas sobre continuar la historia, sin duda, fue muy bien recibida entre los aficionados, que ya están esperando más novedades sobre la serie surcoreana que causó furor en todo el mundo.
El juego del calamar es una de las series de Netflix más aclamadas de los últimos tiempos. Su argumento se centra en la participación de un concurso que propone juegos siniestros para conseguir una importante suma de dinero. Tal fue el éxito de la serie, que su creador, Hwang Dong-hyuk, ya anunció que se estrenará una segunda temporada en 2024 y que también está planeando una tercera.
Festival de Cannes: Entrevista al director Polen Ly
El talentoso cineasta camboyano que viene participando en la 76 edición del Festival de Cannes con su película The Tongue Of Water, conversó con Lima Gris sobre el desarrollo y producción de su largometraje.
La 76 edición del Festival de Cine de Cannes también cuenta con un mercado de películas y plataformas de proyectos. El primer largometraje documental de Polen Ly The Tongue Of Water fue seleccionada y presentada en el Marché du Film entre varios otros proyectos destacados de todo el mundo.
The Tongue Of Water es la historia de una madre soltera indígena, que lucha contra diversos obstáculos para devolver el equilibrio a su familia después de que el embalse de una represa hidroeléctrica se llevara su casa y todo su pueblo. Polen Ly pasó 6 años filmando y viviendo con la familia de la mujer. El resultado es una historia de resiliencia.
Lima Gris conversó con el director de cine nacido en Camboya que viene participando en el Festival de Cannes. Aquí la entrevista.
Polen Ly, trabajar 6 años en una película documental no es corto, pero aún está dentro del período de tiempo promedio requerido para representar un desarrollo en un documental. ¿Puedes describir las fases de esa convivencia, desde el primer acercamiento hasta el punto en que los protagonistas ya no sienten la presencia intrusiva de la cámara?
Creo que debe haber sido una conexión espiritual entre Neang, la protagonista, y yo. En camboyano diríamos que hubo ‘nisay’. En 2017, estuve en la aldea de Neang, una aldea indígena remota llamada Kbal Romeas en el norte de Camboya, que esperaba la inundación por una represa hidroeléctrica, construida en colaboración entre el gobierno camboyano y una empresa china. En ese momento, el pueblo estaba casi vacío, ya que la mayoría de la gente se evacuó a las tierras lejanas con la que fue compensada por la empresa. Solo alrededor de 50 familias rechazaron la compensación y permanecieron en su aldea, incluida la familia de Neang porque para ellos la tierra compensada no contaba con los recursos naturales que habrían permitido continuar su forma de vida tradicional.
Después me quedé allí más de un mes y filmé algunas familias, mientras buscaba un tema para mi documental. Mientras tanto, la autoridad local prohibió la entrada a periodistas, cineastas, activistas, etc., ya que no querían que la resistencia de los aldeanos se viera en los medios. A menudo venían a revisar el pueblo en busca de forasteros. Entonces, un día, algunos aldeanos me enviaron a quedarme en el bosque, y allí conocí a Neang. Me recibió en su pequeña y acogedora choza en las cercanías del bosque. A partir de ahí comencé a filmar sus actividades en la casa, en el arrozal, en el bosque con sus hijos. Hasta que una noche escuchamos un disparo desde el bosque. No sabíamos si era de un cazador o de otra persona. Estábamos asustados, ya que la casa estaba bastante aislada de las demás. El padre de Neang trató de consolarme un poco diciéndome que no me preocupara, ya que lanzaría flechas si alguien venía a amenazarnos. A partir de ese momento, la familia de Neang y yo nos hicimos cada vez más cercanos. En ese momento, el esposo de Neang la dejó por la tierra compensada, dejando atrás a todos los niños y la responsabilidad a ella. Vi su dolor y sentí pena por los niños. A veces, me sentaba y hablaba con ella sobre su miedo, dolor, esperanza, recuerdos, su filosofía de vida, y así sucesivamente hasta un punto en el que nos volvimos como amigos. Lentamente, la presencia de mi cámara pareció convertirse en un medio para que ella contara sus historias y yo observara su vida más de cerca. Mi propósito de hacer el documental se volvió cada vez más personal.
El título de tu documental The Tongue of Water (La lengua de agua) sugiere un doble sentido. También implica que el elemento agua sea una entidad, un ser que se articula. ¿Cuál es el significado del título que has elegido y cómo se relaciona el título con la experiencia de la protagonista?
Los aldeanos usaron la jerga ‘La lengua del agua’ para definir un lugar, donde el continente se encuentra con el agua del embalse. Literalmente, significa el borde de la inundación. En el concepto visual, parece que el embalse actúa como un monstruo que se traga la tierra y el bosque de Neang. Es por eso que usé esto como un título de trabajo.
Sin embargo, desde que comencé el proceso de edición, mi editor y yo nos conmovimos mucho con una escena de una noche de eclipse. En la tradición indígena de Neang, durante un eclipse, los humanos tienen que gritar y pedirle a Dios que ayude a la luna a no ser tragada por la sombra. Esa noche, Neang y toda la familia, niños y abuelos, no dejaban de gritar “¡Kea eu lok!” significa “¡Dios, por favor ayúdame!” Esto dice mucho sobre la lucha de Neang y su pueblo para salvar su tierra y la naturaleza.
Como contexto, después de que la inundación se llevara la casa y el pueblo de Neang, ella y otras familias se mudaron para reasentarse en un bosque alto que es su tierra ancestral. Pero el gobierno anuncia que su tierra es ilegal. El gobierno quiere trasladarlos a la tierra compensada, para que ellos [el gobierno] puedan poner su tierra ancestral como concesión para una empresa agroindustrial china. Dentro de los 6 años de mi filmación, Neang y los aldeanos han estado peleando para quedarse en su tierra. Por eso, para mí, el eclipse refleja el símbolo de esta tierra siendo tragada lentamente por la oscuridad. Se nos ocurrió también el título “Rescatando la Luna”.
La codicia de unos pocos empresarios que no están dispuestos a prever las consecuencias de sus actos parece aumentar en dimensión las tragedias recientes, como el terremoto en Turquía o las inundaciones relacionadas con el cambio climático en Pakistán o Italia. ¿En The Tongue Of Water, cómo asumen, asignan e interpretan la catástrofe como origen de la lucha de los protagonistas y qué actitudes, sentimientos y estados de ánimo experimentan los protagonistas?
Neang solía expresarme a menudo su nostalgia por la infancia, cuando la tierra estaba llena de bosques espesos y había más animales salvajes que en la actualidad. Su vida era mucho más simple, pero pacífica. La tragedia de la represa hidroeléctrica fue un golpe que puso patas arriba el sustento con solo un chasquido de dedos. Pero, lo que empeoró para ella es el hecho de que ella y sus aldeanos ni siquiera pueden vivir en paz en el lugar restante de su tierra ancestral. ¡Cual montaña rusa de emociones para Neang y sus hijos! ¡Desde el dolor de perder el hogar en la inundación hasta el miedo de perder la tierra actual a manos de la empresa! Es como un viejo dicho: “En el agua espera el cocodrilo, en tierra firme el tigre”.
Para mí, la catástrofe tuvo más consecuencias que la pérdida de la casa y las pertenencias. La escuela fue cerrada. Al igual que otros niños y adolescentes del pueblo, los hijos de Neang faltaron a la escuela durante más de tres años. El hijo mayor de Neang al final perdió su educación y ahora deambula en busca de trabajo para ganar dinero.
A nivel psicológico, honestamente todavía trato de descubrir cómo la tragedia y el ambiente de miedo afectan el estado mental de Neang y los niños, de manera subconsciente. A veces, traté de entender escuchando sus sueños. A veces, Neang podía ser valiente, decidida, alegre, pero a veces caía en un estado de desesperanza o era una madre obsesionada con el control de sus hijos. Una vez me confió una gran emoción que es difícil de compartir, y que tampoco revelaré en mi película, por respeto a su privacidad. Pero quiero mostrar un ejemplo de este grave impacto que le sucede a las personas a nivel psicológico, que rara vez se discute cuando se debaten proyectos de desarrollo. A veces ponemos demasiado énfasis en la pérdida de objetos más que en el daño emocional que es casi imposible de restaurar.
A lo largo del proceso de filmación, después de presenciar la lucha por la que pasaron los aldeanos, descubrí también una horrible verdad interna. Los jóvenes empezaron a hacer crecer sus necesidades y sueños. Mientras sus ancianos luchan por proteger la tierra y el bosque, algunos jóvenes comenzaron a explotar su propia naturaleza para ganar dinero. No es del todo culpa de ellos, ya que entiendo que durante este largo y agotador período de lucha, que parece no conducir a ninguna parte, pueden sentirse atrapados y obligados adaptarse a las formas de globalización, para ganar dinero de una manera más rápida. Al final, no es solo la compañía con la que luchan Neang y sus aldeanos, sino también con sus propios hijos. Este conflicto retorcido me rompe el corazón, pero al mismo tiempo rompe con una visión estereotipada y romántica de los indígenas como “protectores de la naturaleza”. Y así es como quiero retratar la historia de una comunidad indígena, desde una perspectiva universal.
Camboya rara vez aparece en los medios de América Latina. Solo viene a la mente una imagen borrosa de un destino turístico con comidas y arquitectura exóticas, relacionado con la Guerra de Vietnam y el subdesarrollo. Los camboyanos en las pantallas de cine y televisión europeas suelen ser tranquilos y amables, sonrientes pero nunca riendo a carcajadas. ¿Cómo presentas a tu protagonista como individuo en el contexto de su comunidad?
Para mí, como cineasta, quiero retratar a las personas a través del lente de mi cámara como seres humanos que tienen emociones y necesidades, en lugar de solo camboyanos o indígenas. Como en el caso de Neang, después de vivir con ella y su familia todos estos años, aprendí a conocer la mente y las necesidades de ella y sus hijos. La sociedad camboyana a menudo muestra a una mujer “buena” a través de la literatura o algunos medios como amable, educada, sonriente, tímida, tranquila, etc. Incluso nuestro Ministerio de Cultura tiene algunas reglas para mostrar a una mujer en una película. Por ejemplo, una mujer tiene que usar una falda que le cubra las rodillas. En mi película, Neang es retratada como una mujer con capas de personalidad. Lleva una vida como madre soltera, que se encarga de criar sola a sus cuatro hijos, mientras es una persona servicial y cariñosa con su comunidad. Ella sonríe y se ríe mucho. Es una persona llena de melancolía. A veces, puede ser impulsiva; ella maldice; les grita a sus hijos. Ella es valiente, especialmente durante la misión de detener a algunos madereros ilegales en el bosque. Pero a veces, también es perezosa, insegura, desesperanzada. Le gusta divertirse, especialmente bailar y beber alcohol con sus amigos. Ella habla de pedo… En un documental como el mío que se ocupa de la proteccion del medio ambiente. Cierta audiencia podría esperar ver a un personaje parecido a una heroína, pero no, en la vida real, Neang vive la vida de una mujer, que tiene sentimientos como nosotros y estoy agradecido de que nos muestra su realidad frente a mi cámara.
Polonia Ly explora temas sociales, historias humanas y de la naturaleza. Sus obras suelen reflejar su personalidad significativa en la narración a través de su forma de utilizar los elementos naturales como simbolismo. Su último cortometraje FURTHER AND FURTHER AWAY fue seleccionado en la competencia de cortometrajes de la Berlinale 2022. Al mismo tiempo, Polen trabaja en su primer largometraje documental, THE TONGUE OF WATER.
Proyecto THE TONGUE OF WATER tiene actualmente el presupuesto cubierto al 88% (€ 250.000) y está en postproducción y en busca de festivales, agentes de ventas, distribuidores, compradores y financiamiento para completar. Fecha de estreno estimada para febrero de 2024. Duración: 90′.
La Embajada de Finlandia en Lima, a través del Centro Cultural y la Filmoteca de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y en colaboración con el Instituto Iberoamericano de Finlandia y la Finnish Film Foundation, presenta el ciclo de cine Desde Finlandia con amor.
Este ciclo integrado por tres largometrajes destacados del cine finlandés más reciente, está dedicado a sendas figuras icónicas del modernismo en este país, como: los arquitectos Aino y Alvar Aalto, la artista plástica y escritora Tove Jansson y la diseñadora Maija Isola.
El público general podrá ver estos largometrajes únicamente en el Cine del Centro Cultural PUCP este 15, 16 y 17 de mayo. Las entradas ya están a la venta en ccpucpencasa.com y también en la boletería del cine.
Películas
LUNES 15 DE MAYO
6:30 p.m. MAIJA ISOLA
8:30 p.m. AALTO
Dirección: Virpi Suutari
AALTO SINOPSIS: Un emocionante viaje de descubrimiento sobre la obra y la vida de uno de los más grandes arquitectos modernos, Alvar Aalto. A través de la historia de amor entre Alvar y su compañera Aino, también arquitecta, este documental retrata los procesos creativos que llevaron a la realización de edificios icónicos en todo el mundo, comenzando por su Finlandia natal. Narrada por expertos en la materia y con imágenes de archivo inéditas, Aalto reflexiona sobre la colorida historia del modernismo a través de la vida de una pareja extraordinaria y su pasión por la arquitectura a escala humana.
MARTES 16 DE MAYO
6:30 p.m. AALTO
8:30 p.m. TOVE
Dirección: Zaida Bergroth
TOVESINOPSIS: Helsinki, 1945. El fin de la guerra trae un nuevo sentido de libertad artística y social para la pintora Tove Jansson. Arte moderno, fiestas vertiginosas y una relación abierta con un político casado. Su vida poco convencional la pone en desacuerdo con los estrictos ideales de su padre escultor. El deseo de libertad de Tove se pone a prueba cuando conoce a la directora de teatro Vivica Bandler. Su amor por Vivica es eléctrico y absorbente, pero Tove comienza a darse cuenta de que el amor que realmente anhela debe ser correspondido. Tove es un drama cautivante sobre la energía creativa de un talento icónico y su turbulenta búsqueda de identidad, deseo y libertad.
MIÉRCOLES 17 DE MAYO
6:30 p.m. TOVE
8:30 p.m. MAIJA ISOLA
Dirección: Leena Kilpeläinen
MAIJA ISOLASINOPSIS: La empresa de diseño finlandesa Marimekko es famosa en todo el mundo por sus estampados y colores originales. Maija Isola fue una de las primeras diseñadoras de Marimekko y pasó 38 años trabajando para la empresa. Sus diseños de telas revolucionaron los hogares finlandeses en las décadas de 1950 y 1960. El arte tomó la forma de textiles y se volvió fácilmente accesible. Este documental busca el secreto del éxito de los tejidos de Isola. Los eventos que dieron forma a su vida se presentan a través de materiales de archivo, imágenes documentales actuales y su legado personal: pinturas, diseños originales, fotografías y diapositivas. Su forma de experimentar se refleja en recreaciones ficcionales, animaciones y clips de películas que describen su mundo interior.