Connect with us

Actualidad

MARINA O EL MAR ROJO

Avatar photo

Published

on

Yo te recuerdo, Marina, con tu pelo de choclo, tu cuerpo delgado y tu sonrisa de niña, cuando caminábamos juntos por el malecón que daba al mar. Y tú te detenías repentinamente a ver los periódicos del día y me decías: «Acompáñame al sindicato a repartir volantes», «vamos a la marcha por el Día del Trabajo» o «vamos al plantón frente al Congreso de la República». Y yo iba con mis peces, y mi comida para peces que llevaba en la mochila; ese era mi trabajo, mi ocupación en esos tiempos. Y yo no sabía nada de lo que ocurría a nuestro alrededor, nada de lo que era la política o la guerra. La maldita guerra.

Solo era un chiquillo que quería hacer algo y no sabía qué. A veces me quedaba hasta tarde con la guitarra y con mis canciones que no te gustaban. Quizás porque «sonaba alienado» o porque solo eran tres acordes básicos. Es lo que me habían enseñado los amigos subtes de mi barrio. Y yo no podía ofrecerte más, Marina. Nunca me alcanzó el talento para cantarte una «melodía elevada» o siquiera recitarte un poema al oído.

Recuerdo que en ese tiempo, estabas empecinada en llevarme a una de esas «escuelas populares», donde le enseñaban a gente como yo lo que era la realidad, y a quién había que combatir y derrotar para asegurar el triunfo del proletariado, y un montón de cosas más que apenas recuerdo. Pero tú sabes, Marina, que en el fondo lo único que yo quería era estar contigo, amarte a solas, y pensar en que tu felicidad era también mi felicidad.

Por eso hacía todas esas cosas que tú querías que haga y te seguía de cerca, porque cuando tú conspirabas y te brillaban los ojos, yo sabía que algo dentro de mí se encendía como una hoguera, y ya mismo quería abrazarte y sentir que tú eras yo, y que nadie podría separarnos. Y que así debería ser el proletariado; y el amor como un catecismo.

Y tú me decías: «Sebas, yo no puedo ser feliz si el pueblo es infeliz, y mis hermanos lloran por un pedazo de pan. Esto no va a cambiar si nosotros no hacemos algo para que cambie». Y así transcurrían nuestras vidas; pero yo te amaba locamente Marina. Nunca te pregunté por qué llevabas trapos rojos en tu bolso, ni por qué me dejabas afuera de tus «reuniones secretas». Y tú me decías: «Algún día entenderás todo el sacrificio que tenemos que hacer por los niños, los ancianos y las mujeres pobres de nuestro país».

Y yo seguía sin entender, y era porque en el fondo no quería aceptar ni comprender nada, y quería seguir mirando a un costado como hacían los demás jóvenes de mi generación. Y quizás por inercia, o porque lo necesitaba, ingresé a trabajar en la fábrica textil La Paloma y me convertí en obrero, y tú me felicitaste y me dijiste: «Ahora serás un hombre; Sebas, mi amante trabajador…mi futuro sindicalista».

Y por esas palabras me esforcé todo lo que pude. Me nombraron «planchador» y me quedaba ocho, diez, incluso doce horas al pie del caldero, suavizando las arrugas de camisas y pantalones que, como decías tú, yo nunca me pondría, ni ninguno de los que trabajaban ahí. Cuánta razón tenías, Marina. Y con mi primer sueldo, como para llevarte la contra, te compré una chompa incaica y un perfume de pachuli, y te invité a Chorrillos a pasear en bote una tarde en que empezó a caer la lluvia, pero aún así insistimos en hacernos a «la mar», «la mar, inmensa y bella», Marina, Marina, porque así lo decías tú, como si el mar fuera una mujer grande y generosa que menstruaba algas, peces, cometas, y estrellas. Una mujer que nos arrastraría a alguna felicidad posible o nos lavaría de nuestras tristezas; nuestras culpas o nuestro gran desdén, o mi desdén.

Sobre todo cuando me decías que no me podías presentar a tus jefes porque ellos no aprobarían nuestro amor; y me hablabas de «compartimentaje» (esa palabra rara que yo asociaba a «compartir»), y de cumplir «las reglas de oro» y de otras cosas más que a las justas percibía como algún tipo de peligro;   algo inminente que estaba por suceder, pero por qué tenía que ser esto así, Marina. Y qué podrían saber tus jefes de este amor que siempre fue más grande que yo mismo, y más grande que cualquier Manual del combatiente, ese librito que escondías con otra carátula y que siempre revisabas cuando pensabas que yo estaba distraído, o no me daba cuenta.

Y así estuvimos hasta que las cosas se pusieron difíciles. Las torres de alta tensión caían como naipes, los cochebombas explotaban en las embajadas, los asesinatos y los secuestros enloquecían a todo el mundo. Y la desesperación nos ponía contra la espada y la pared. Y así, un día, cuando te fui a buscar y todos los presentimientos, nubes negras y malos agüeros se juntaron en mi cabeza, ya no te encontré. Vivías sola, Marina, nadie me dio razón de ti. Toqué todas las puertas del edificio donde, según tú, te ocultabas. Grité, aullé como un lobo en la noche eterna y sorda hasta que amaneció, y nadie me dio ninguna referencia.

Para ellos, tus vecinos entrometidos y fisgones, solo eras un fantasma que aparecía y desaparecía, y compraba el pan y pagaba puntualmente la renta; y no habías hecho ninguna amistad, ni te interesaba que escudriñaran en tu vida. Hermetismo total, es lo que una vez me dijiste que te había aconsejado el «partido». Pero conmigo mostrabas «complacencia pequeñoburguesa» porque me veías como alguien inocente, un joven «desclasado», libre de «pecados» y de vicios capitalistas, casi como un ángel caído, es lo que siempre te imaginaste; pero siempre fue al revés.

Tú ayudabas a los ciegos a cruzar la pista, y te detenías cuando veías a un niño con una bolsa de Terokal, y lo llevabas a comer a cualquier restaurante. Así eras, Marina. Siempre preocupada por el mundo y haciendo cosas por el mundo. Pero el mundo no podía hacer nada por ti, ni por mí. Y me dijiste que si un día no te encontraba, lo que tenía que hacer era quemar todas tus cartas y tus dibujos, renunciar al trabajo e irme lejos; y que tú, de alguna forma, te comunicarías conmigo. «Protocolo», le llamaste a eso. Nunca entendí por qué tenía que ser así Marina; sin embargo, eso es lo que hice: armé una pira con todas las cositas que me regalaste, incluso unas pinturas y unas cerámicas que habías hecho con tus propias manos, y le prendí fuego a todo con mucha dificultad, porque las lágrimas no me dejaban encender los palitos de fósforo. Y también porque quería leer cada cosa por última vez y tenerlo en mi memoria, y apretarlo contra mi pecho para que nada se perdiera ni se volviera cenizas.

«Tienes que prometerme que te cuidarás, Sebas, y que harás al pie de la letra todo lo que te estoy pidiendo. Nada de negligencias pequeñoburguesas o libertinajes de viejo tipo». Y lo quemé todo, y lo pasé por el caño, con cuidado, como me dijiste; tal cual, Marina, hasta que no quedó nada, pero con ello no pude quemar ni borrar todos los recuerdos, ni este sentimiento que te tengo hasta ahora, como si esto viniera de otras vidas, como si esto fuera un rito que tenía que cumplir solo y sin ayuda de nadie. Porque como tú decías, Marina, aquí todos somos materia que algún día se acabará y se hará polvo; y solo tenemos una vida que tenemos que cuidar y no desperdiciar.

Y después, todo fue como volver a la época de los bárbaros; las bombas no dejaron de caer, y el ejército barrió con todos los muchachos que paraban en las calles. Cuerpos despedazados empezaron a aparecer por lugares remotos. Ninguno se salvó de la tragedia y la desesperación. Todos tenían algo, o a alguien por quien lamentarse. Yo mismo tuve que escapar, correr lejos, como tú dijiste; estudiar, aprender otras cosas, olvidarme de ti y de mí, «cuidar mi decoro personal», cambiar de apariencia y hacerme un «hombre de bien» o de lo que sea. Pero por dentro nada cambió, Marina. Hay algo que permanece y que forma parte de ti, y de mí. Y siempre seré el adolescente desaliñado que te acompañaba a hacer tus trabajos de campo, tu conspiración y «agitación y propaganda», porque así se llamaba, ¿no?, eso que hacías a escondidas y que, según tú, era muy peligroso; tanto que no sé a dónde fuiste a parar, o si estarás viva, o te enterraron en esas fosas comunes de las que nadie quiere decir nada, ni mucho menos destapar porque sería como un cuásar, un agujero negro que nos tragaría a todos. ¿Por qué, Marina? ¿Por qué?

O es que en verdad «la violencia es la partera de la historia» y ni tú ni yo pudimos salvarnos de todo esto sobre lo cual la gente se pregunta: quién lanzó la primera piedra, y cómo así empezó esta guerra y nos arrastró al matadero. Y quizás la única respuesta, como tú decías, es que era inevitable y, como una profecía, tenía que cumplirse pues eran «leyes de la dialéctica» y la «lucha de contrarios». Y qué difícil era entender todo esto, Marina.

Y sobre todo cuando hablabas de que las clases eran irreconciliables, y que la felicidad de unos dependía de que otros fueran infelices o, peor; la vida de unos dependía de que otros tuvieran que morir. Dime, Marina, cómo podía entender todo esto alguien que solo quería criar peces, tocar su guitarra y pasarla bien; tal y como siempre te comentaba cuando íbamos a alguna parte, o nos quedábamos mirando el horizonte arriba de uno de esos viejos edificios del centro de la ciudad; hasta que todo se hacía silencio y otra vez volvíamos sobre lo mismo, en eso que llamabas «lucha de dos líneas», y no sé qué diablos querías buscar con tantas teorías, pero yo solo sé que cuando hablabas, solo quería escucharte y seguirte la corriente. Y acompañarte de la mano a donde quisieras ir, así, sin preguntar y sin decirte no, Marina; porque yo solo quería verte sonreír, ver cómo peleabas contra los molinos y cómo podías vencer aunque solo fuera una fantasía.

Y así, poco a poco, me inventé una vida en la que me convertí en un hombre errante y solitario, Marina. Me compré una mochila enorme, tal y como te gustaba a ti, y me puse a buscar economía, de un lado a otro, haciendo trabajos esporádicos, pequeños cachuelos de perfil bajo para no llamar la atención ni ser objeto de represalias, siempre siguiendo tus consejos. Y viajé, Marina, viajé mucho por todos los lugares inimaginables de este «país de cartón piedra», como lo llamabas tú. Crucé desiertos con la boca seca y la cara cuarteada, caminé la sierra a pie descalzo, y llegué a la selva con el cuerpo reventado por heridas de abrojos e insectos que seguramente te hubieran asustado más que esas armas y material pirotécnico que sé perfectamente guardabas en algún lugar. Y así, Marina, llegué a lo más profundo de este país donde los ríos son como océanos, y donde el cielo es otro mar que te llueve en la cabeza. Y cuando yo creía que te había olvidado, siempre encontraba algún detalle que me devolvía a ti, que me hacía parte de ti y de tus cosas secretas que nunca me quisiste contar.

Así, me dejé crecer la barba y el pelo y hasta cambié mi partida de nacimiento y mis documentos acordándome de tus consejos y ese «nombre de masa» del cual hablabas en voz baja y que era, según tú, tan necesario para proteger a tus amigos, tus tovarichs, como les llamabas a escondidas. Y así me junté con otros «desclasados» como yo, sin rumbo, que no querían quedarse en ningún lado, ¿para qué, Marina? Si uno solo está de paso en esta vida. Y lo poco que tenemos se perderá indefectiblemente. Seguro tú Marina, los llamarías «renegados», «pequeños burgueses» o cualquier otro adjetivo que yo a las justas podría entender. Como esa vez que discutimos porque yo no aceptaba guardar las bolsas, cartapacios y demás cachivaches y bultos que te habían encargado tus jefes, y tú me llamaste «reaccionario»; y yo me eché a reír a carcajadas porque esa palabra no me parecía tan mala, y más bien me hacía recordar las peleas a puño limpio que tuve en el colegio, en las que cuando alguien iba perdiendo le decían: «Reacciona, imbécil, reacciona, no te dejes pegar». Y después de esto o cualquier diferencia que teníamos, solo nos quedaba amarnos, seguir siempre adelante o como tú decías, Marina: «A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar uno».

Y yo sentía que nuestra relación no era de dos personas, sino de tres: tú, yo y el «partido», y te lo comentaba como un buscapique para que te pusieras quisquillosa y con ganas de seguir haciendo leña de mi persona, porque así, mientras más carbón me pusieras, más ardería y se inflamaría mi amor por ti. Y hasta me emocionaba que me llamaras la atención y que siempre me impusieras tareas y reglas que cumplir, y que sobre todo, si no las cumplía algo se podía venir abajo para aplastarnos como si fuéramos dos insectos sin ninguna posibilidad de evolucionar.

Pero había que seguir «bregando», decías tú; y yo otra vez estaba de «furgón de cola» y «convidado de piedra» en todas tus peroratas sobre la «coyuntura nacional» y yo te decía que la mejor forma de saber de este tema era ir al mercado y hacer las compras. Ahí cualquier curso de economía política   –ciencia burguesa, le decías tú, Marina–, no tendría razón de ser. Y tú replicabas diciendo que el «materialismo dialéctico» lo entendían más los pobres que los niños de bien. Pero había que insistir en la teoría, y yo no me negaba a nada, Marina. Solo quería estar en tus planes y, de una u otra forma, seguir en tus caminos. Alucinar que cruzábamos juntos un puente llamado «memoria» o una calle llamada «vida».

Y siempre quise estar a tu lado, Marina, y no sabes cuánto me emocionaba cuando andabas con secretos y tus anuncios de que se acercaba una campaña política, y que el partido había decidido «golpear» en la capital y que ya estaban logrando el «equilibrio estratégico» y que el «viejo Estado» tambaleaba y no sé cuántas cosas más que apenas recuerdo porque todo me parecía tan irreal que hasta me imaginaba una película de cowboys, o una tragicomedia, y tú llevando una bandera como el personaje ditirámbico de Chaplin en Tiempos modernos, y agitando a las masas hambrientas y en harapos que tarde o temprano desatarían una orgía de sangre con, o sin partido.

Pero yo no te decía nada, Marina, porque trataba de entender que ese era tu mundo y yo era algo así como un satélite que giraba y giraba y que, de alguna forma, quería llamar tu atención o escapar de lo inevitable, por eso te componía versos y te cantaba al oído y te llevaba a todos los acuarios que conocía para que supieras que también había otros mundos o submundos mejores que el nuestro y que hasta cerrando los ojos podíamos estar en otro lado y olvidarnos de todo este dolor que no te dejaba en paz.

Cómo no recordar esa vez que me llevaste a un cerro donde la gente hacía olla común, y recogía agua en baldes; todos ellos se identificaban como «compañeros» y formaban columnas como si fueran del ejército. Y yo refunfuñaba porque no sabía qué hacía yo ahí con esta gente que hablaba mitad en quechua y mitad en español. Y tú me codeaste y me dijiste en voz baja: «Claro, pues, son del ejército, el poderoso e invencible ejército del partido». Y no sabía qué decirte, porque a nadie se le hubiera ocurrido que un ejército solo contara con piedras, palos y hondas para enfrentar a otro ejército que sí tenía armas, tanques y cañones. Y esa fue la primera vez que me mostraste un tubo de fierro con un gancho y un percutor hecho por un hojalatero. Y yo me sorprendí, Marina, aunque tú lo tomaste como un susto, pero no por el arma, Marina, sino porque yo sabía que así nunca iban a ganar ninguna guerra. Y lo que tenían todos era solo entusiasmo y mucho fervor religioso; aunque tú decías que la religión era el «opio del pueblo» y que la metafísica solo servía para adormecer a las masas, y muchas otras cosas que ya no recuerdo.

Y así en medio de la oscuridad, prendieron una inmensa hoz y un martillo con unos tarros de brea y kerosene para que no se apagara por ningún motivo. Y un poco que nos calentamos mientras tus camaradas nos acercaban comida en unos cacharros desportillados y un café aguado e hirviendo en vasos de plástico que hasta parecían derretirse en nuestras manos. Y esa noche recién descubrí que a ti no te decían Marina, sino otro sobrenombre; otro seudónimo que guardaré para siempre en secreto. Y todo esto lo hacía por ti, Marina, aunque tú decías que ya debía foguearme y que de apoyo debería pasar a ser «militante».

Pero nuestros caminos solo estaban hechos para cruzarse. Y así, el día que menos esperaba, viajando a lomo de bestia por tierras ignotas, me encontré de lleno con el Mar Rojo, Marina. Ese mar que imaginamos juntos o que imaginaste tú sola, y dejé de respirar y caí rendido a estos recuerdos que me empezaron a morder y hacer heridas por todos lados. Y el Mar Rojo eran los millones de obreros y campesinos que bailaban en tus cabellos. Y las olas eran las voces de todos los caídos que clamaban por justicia y solo esperaban, como en el Éxodo de la Biblia, que el mar se abriera y los dejara pasar. Y sin más, Marina, emprendí el regreso. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Qué había sido de nuestras vidas? Nunca te comunicaste de ninguna forma, o nunca pudimos establecer contacto. Y hasta la guerra había terminado y solo los estudiosos (señores académicos y políticos interesados) les gustaba revivir todo esto para vender una versión falsificada y a gusto del cliente. Ahora solo se hablaba de que el país estaba en el camino del progreso y del desarrollo. Si hasta un Museo de la Memoria se había hecho para que nadie olvidara todo lo que ocurrió. Y la televisión repasaba, de vez en cuando, algunos hechos atroces en los que, según sé, tú no tuviste nada que ver. Y así lo creeré hasta el final, o hasta que alguien me pruebe lo contrario.

Pero tú me dijiste una vez que la historia se repite como tragedia, y luego como farsa. Y solo tenemos que pararnos fuerte para asumir de pie todo lo que nos toca. El «pasivo» y el «activo» de una vida que llevamos hasta las últimas consecuencias; tal y como tú lo estableciste. Y aquí estoy, Marina, consumiéndome lentamente en el humo y el tizne del olvido, haciendo esfuerzos para recordar cada palabra que me dijiste, cada cosa que hicimos juntos, cada detalle y momento que pasé contigo, pensando que algún día podríamos vivir nuestro sueño de ser felices en un mundo convertido en un paraíso, o un     Shangri-La. Así de crédulos y de ingenuos éramos los dos; pero tú siempre más que yo, Marina, tú siempre más.

Y vuelvo todos los años a esa esquina donde nos conocimos; ahí mismo donde yo escribí tu nombre y mi nombre sobre el cemento fresco de la vereda, y que nadie se ha atrevido a borrar. Yo con mis peces: mis goldfish, mis mollys, mis platys, mis «basureros», y tú con tu mar insondable, Marina, hermosa, diáfana, infinita. Marina luna, Marina sol, Marina galaxia. Yo con mi inocencia, y tú con tus locas e insólitas decisiones políticas, que ahora todo el mundo condena (¿por qué tenía que ser así y no de otra forma?).

Yo con mis vacíos, mi grandes temores, y tú con tu «dialéctica del amo y del esclavo», tus «teorías de la plusvalía», y tus dogmas donde nada nos podrá salvar, Marina, ahora que es tarde para mirar hacia atrás, o para verte aparecer con tu sonrisa de niña, tu coleta rubia, tus zapatillas viejas, tus banderolas y géneros carmesí para siempre en tu bolso, y en tu alma. Sobre todo, en este preciso momento, en que el policía me pone un revólver en la sien, y continúa interrogándome por ti, Marina, mi Marina, mi primer y único amor. Y el Mar Rojo no se abrirá, Marina. No se abrirá. Lo sé perfectamente. Y yo ya no tengo nada que decir. Solo despertar en una fosa común, coger tu mano, y desaparecer para siempre en la niebla de tu boca.

(Publicado en la revista impresa Lima Gris Nº 11)

Comentarios

Rodolfo Ybarra. Ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado una veintena de textos entre novelas, cuentos, poemarios y ensayos. Ha dirigido un programa de televisión de contracultura y política, y editado revistas y fanzines. Se expresa también vía el vídeo y la música. Desde el 2007 maneja el blog www.rodolfoybarra.blogspot.com.

Click to comment

Leave a Reply

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Actualidad

Poder Judicial: Audiencia de impedimento de salida del país para Patricia Benavides será el 29 de abril

El pedido del órgano fiscal, se sustenta en el ‘peligro procesal’ por la probable pertenencia de Patricia Benavides a la organización criminal presuntamente enquistada en el Ministerio Público.

Avatar photo

Published

on

Tras el pedido de la Fiscalía Suprema de impedimento de salida del país de Patricia Benavides, el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria programó para el próximo lunes 29 de abril, a las 11:00 a. m. la audiencia de requerimiento de impedimento de salida del país por 36 meses para la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides.

El pedido del órgano fiscal realizado el martes 23 de abril, se sustenta en el ‘peligro procesal’ por la probable pertenencia de Patricia Benavides a la organización criminal presuntamente enquistada en el Ministerio Público.

Mediante su cuenta X, el Poder Judicial resaltó que: “la Fiscalía Suprema especializada en delitos cometidos por funcionarios públicos solicitó se imponga esta medida contra Benavides Vargas, investigada por el presunto delito de organización criminal”.

Este requerimiento de impedimento de salida del país contra Benavides Vargas fue presentado el mismo día de que el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Eficcop) del Ministerio Público detuviera preliminarmente a siete personas entre ellos, los exasesores y allegados de Patricia Benavides: Miguel Girao, Abel Hurtado, José Castillo, Mirtha González, Giancarlo Valer, Jorge Palomino y el exagente de la Diviac, Jorge Rodríguez Menacho. Y allanara un total de 21 inmuebles en el denominado operativo ‘Valkiria XI’, por la investigación contra la presunta organización criminal que lideraría la fiscal suspendida.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Periodista denuncia a ministra de Comercio Exterior Elizabeth Galdo por agresión [VIDEO] 

Durante una cobertura en Cusco, el periodista Néstor Larico se acercó a la titular del portafolio y le preguntó: ¿Y por qué acepta usted el cargo de ministra de Turismo? inmediatamente Elizabeth Galdo le quitó el micrófono y le respondió: “con mucho orgullo”, y luego lo arrojó al suelo.

Avatar photo

Published

on

Tras los hechos ocurridos el martes 23 de abril, en los exteriores de la sede del Gobierno Regional de Cusco, en el cual, la ministra de Comercio exterior Elizabeth Galdo Marín le arrebató el micrófono al periodista Néstor Larico para responderle y luego tirarlo al suelo; el hombre de prensa, la denunció ante la comisaria PNP de Wanchaq, por agresión.

En la denuncia verbal, según el acta N° 381, interpuesta por el periodista Néstor Larico Ayamamani de 39 años, en la tipificación, se indica administración pública (delito) por el hecho ocurridos el martes 23 de abril a las 10.00 am. en Cusco, Wanchaq, local del Gobierno Regional de Cusco y cuya denunciada es Elizabeth Galdo Marín, de profesión abogada.

Denuncia policial presentada por periodista ante la comisaria de Wanchaq en Cusco.

En una parte del contenido de la denuncia se lee:

“Acta de recepción de denuncia verbal en el distrito de Wanchaq-Cusco, siendo las 16:45 horas del día 23 de abril del 2024, en la oficina de la sección de Investigación Criminal de la comisaria PNP Wanchaq, se hizo presente ante el instructor, la persona Néstor Larico Ayamamani (39) San Román-Juliaca-Puno, periodista independiente, colaborador de medios de comunicación ‘Nueva Tv Nacional’, redes sociales…”  

Periodista Néstor Larico saliendo de la comisaria de Wanchaq, tras presentar la denuncia.

Asimismo, el periodista denunciante, hizo entrega al departamento de investigación criminal de la comisaria PNP de Wanchaq, de un material fílmico contenido en un CD-DVD, que registra las imágenes y el audio durante el hecho del día 23 de abril, como evidencia y/o medio probatorio del accionar de la titular de Comercio Exterior.

Sobre manila presentado a la PNP conteniendo un DVD de material fílmico que evidencia el hecho.

¿Cómo fue el incidente donde la ministra Galdo perdió el control ante la prensa?

La ministra de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) Elizabeth Galdo Marín durante su visita a Cusco, el martes 23 de abril protagonizó una confrontación bochornosa con periodistas de la prensa local que le hacían preguntas sobre la presidenta Dina Boluarte y sobre la cuestionada contratación de la empresa Joinnus en dicha región.

La ministra Galdo Marín se encontraba desplazándose dentro de las instalaciones del Gobierno Regional de Cusco y participó de una reunión con la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales y el Gobierno Regional de Cusco, para tratar temas referentes a la preocupante situación política del país.

En la cobertura informativa, durante un corto desplazamiento a pie entre la gente de prensa y la titular de Comercio Exterior, el periodista Néstor Larico se acercó a la ministra para realizarle preguntas, entre las que mencionó: ¿Y por qué acepta usted el cargo de ministra de Turismo? sin embargo, la ministra de forma inexplicable le quitó el micrófono al periodista de ‘Nueva Tv Nacional’, y le respondió: “con mucho orgullo”, mientras el hombre de prensa decía: “me está quitando el micro” y luego ella lo arrojó al suelo.

Ministra Elizabeth Galdo perdió el control y agredió a periodista en Cusco.

La Asociación Nacional de Periodistas del Perú rechaza la conducta de la ministra Galdo

La Asociación Nacional de Periodistas del Perú – ANP, a través de su red social expresó su rechazo a la reacción hostil de la ministra Elizabeth Galdo Marín hacia el periodista Néstor Larico Ayamamani, quien cumplía su trabajo de hacer preguntas a una alta funcionaria del Estado.

En su pronunciamiento se lee: “Ese nivel de intolerancia es impropio de quien ejerce función pública y está sujeta al escrutinio ciudadano”.

VIDEO.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Estudio de IEP revela que 1 de cada 5 peruanos contó que un policía le exigió un soborno en algún momento

Imagen institucional año a año está siendo mellada por malos efectivos.

Avatar photo

Published

on

A la Policía, lamentablemente, ya no se le respeta. Resulta preocupante que cada vez sea más frecuente ver en los noticieros a efectivos policiales siendo parte de organizaciones criminales, o partícipes de algún robo. Un nuevo estudio llamado Pulso de la democracia en el Perú, difundido por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), reveló una triste realidad que poco a poco se viene normalizando en nuestra sociedad. Según el informe, uno de cada cinco peruanos confesó que un miembro de la Policía Nacional del Perú (PNP) le solicitó algún tipo de soborno para pasar por alto alguna infracción.

Ya sea mediante una coima para no pagar una multa o para acelerar un trámite, el ciudadano entabla una relación con funcionarios o políticos que abusan de su posición pública para beneficio privado”, se puede leer en el informe difundido.

No solo eso, sino que el documento indica que el Perú aparece en los primeros lugares en este tipo de incidentes a nivel de América Latina y El Caribe. De hecho, “el 22 % de los peruanos reportan que un oficial de la policía les ha solicitado un soborno, lo que lo coloca en la tercera posición, solo superado por Nicaragua con 22% Bolivia con 24%”.

De hecho, estos casos también están identificados en el código disciplinario de la Policía Nacional del Perú y son calificados como faltas muy graves. “Solicitar o recibir dádivas o cualquier otra clase de beneficio proveniente directa o indirectamente del usuario del servicio o de cualquier persona que tenga interés en el resultado de su gestión” es sancionado con el pase a situación de retiro.

Cuadro: GEC.

Funcionarios públicos tampoco se salvan

Por otro lado, el estudio de IEP también indica que al menos uno de cada diez peruanos (10%) ha reportado que un funcionario le solicitó algún tipo de soborno durante el año pasado.

En este sentido, el informe también sostiene que es precisamente este tipo de interacciones los que perjudican la imagen que los ciudadanos tienen de las instituciones públicas. “Cuando los ciudadanos viven hechos de corrupción tradicional directamente, la confianza en las instituciones estatales y la percepción de su desempeño podría decaer”, se sostiene.

También se considera que la desigualdad generada por la corrupción afecta a la forma en la que se ven las funciones de la institución, pues “los que pagan la coima son los que acceden al servicio, trámite o excepción, mientras que los que no pueden pagarlo simplemente no los obtienen”.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Aberrante: Policía detiene a mujer que quiso empeñar a su bebé por una caja de cervezas en Loreto

Menor de ocho meses quedó en resguardo de la Policía hasta que se determine la responsabilidad de la madre.

Avatar photo

Published

on

Existen actos imperdonables en la vida como el hecho de no darle todos los cuidados posibles a nuestros hijos, descuidando su bienestar, su salud, al punto quizás de causarle la muerte; o también tomarlos como simples objetos de intercambio por un poco de licor barato. Un hecho insólito ocurrió en un bar ubicado en el sector de Masusa, distrito de Punchana, provincia de Maynas, región de Loreto, donde la Policía Nacional del Perú (PNP) investiga a una mujer por presuntamente haber entregado a su hijo de tan solo 8 meses por unas cuantas cervezas.

Según relataron los familiares, la joven de 17 años salió con su bebé durante el fin de semana y regresó el lunes sin él, afirmando que lo había dejado con un desconocido mientras iba al baño. Jimena Damazon Fachín, abuela del menor, denunció el lunes 22 de abril la desaparición del niño y contó a las autoridades lo que su hija le dijo.

El jefe del departamento de investigación criminal de la Policía Nacional del Perú (PNP) en Iquitos, Gregorio Conde Cárdenas, señaló que la mujer aparentemente entregó al niño a otra persona a cambio de algún beneficio. Habrían llegado a esta conclusión porque Mélida Tuanama, una ciudadana que presenció los hechos, fue a las oficinas del área de Trata de Personas asegurando que venía cuidándolo desde hace más de tres días porque la mamá del niño se lo entregó a su pareja. Insistió dejándolo en el piso de un baño mientras pedía unas cervezas.

“Le entregó en el piso al bebé, le dijo ‘no le quiero, dame una cerveza y llévatelo'”, expresó Tuanama en las oficinas de Trata de Personas de Iquitos. 

En ese sentido, los familiares y la madre del bebé acudieron a la sede policial con la intención de llevárselo, pero se les informó que aún deben esperar el avance de las diligencias en medicina legal y la decisión del Ministerio Público sobre la protección del menor.

Menor de edad quedó bajo la vigilancia de la Policía femenina. Foto: difusión.

Agentes policiales femeninas están a cargo del cuidado del menor y están organizando una colecta para comprarle leche y pañales.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Exestrella de cine para adultos se arrepiente de su pasado: Lana Rhoades pide borrar todos sus videos

La actriz se pronunció sobre su paso por la industria del hardcore y admitió que: «Si pudiera volver atrás, lo daría todo por recuperar mi dignidad».

Avatar photo

Published

on

Lana Rhoades, una joven de Illinois que debutó como actriz en la industria del cine para adultos en 2016, con tan solo 20 años; ha reflexionado sobre lo que le tocó vivir como una ‘starlet’, tras su retiro en 2018.

Sin embargo, actualmente a sus 27 años, Rhoades ha se ha convertido en una de las más feroces críticas de la industria que la catapultó a la fama.

La salud mental es una de las principales razones por la que la actriz decidiera retirarse. Durante una reciente entrevista en el podcast ‘Three Girls One Kitchen’, Lana Rhoades contó cómo las exigencias de su carrera afectaron profundamente su salud mental.

Ella reveló experiencias extremadamente difíciles durante las grabaciones, incluyendo una escena en particular que describió como «repugnante» y que la marcó de manera significativa, porque explicó: “un tipo me amordazó hasta vomitar y, después, meó en un cuenco”.

“La situación no quedó ahí, sino que “durante la escena me pidió que me lo bebiera, y no supe decir que no”. Por ello buscó ayuda terapéutica; sin embargo, fue difícil procesar sus traumas.

Tras abandonar la industria del ‘hardcore’, Lana Rhoades experimentó una transformación no solo personal, sino también económica.

Según reveló en el canal de YouTube BFFs con Dave Portnoy y Josh Richards, su situación económica ha mejorado tremendamente, pasando de tener US$100 mil dólares en su cuenta, por dos años en la industria para adultos, a declararse multimillonaria. Rhoades también expresó su frustración por no poseer los derechos de muchos de sus vídeos, lo que le impide borrarlos de circulación:

“Me arrepiento sinceramente. Le digo a la gente que, si pudiera volver atrás, lo daría todo por recuperar mi dignidad y mi respeto, y porque la gente no pudiera verme de esa manera”, culminó.

Así las cosas, igual que otras estrellas del cine para adultos, como Mia Khalifa, Jenna Jameson, Apolonia Lapiedra y Sasha Grey que reciclaron su vida para encarar otros proyectos, tras su retiro de la pantalla, Lana Rhoades experimenta una vida más independiente y donde el respeto hacia los demás es algo muy importante para ella.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Documentos del Archivo General de la Nación corren peligro por filtraciones de humedad en sus instalaciones

A pesar de su recurrente problemática, ni la ministra de Cultura Leslie Urteaga, ni sus jefes de turno, exigieron el presupuesto requerido para cubrir los gastos de mudanza, personal, custodia y acondicionamiento del nuevo espacio para preservar treinta kilómetros de documentos históricos valiosos para la nación.

Avatar photo

Published

on

El Archivo General de la Nación, con más de 80 años de antigüedad, mantiene una situación paupérrima desde hace muchos años y es el reflejo de las negativas gestiones de servidores que no estuvieron a la altura de cautelar los archivos históricos más importantes del Perú.

Y actualmente, enfrenta una situación crítica debido a que la infraestructura sufre graves daños y conserva tuberías que están encima de los documentos valiosos, que deben ser cubiertos por plásticos, para que, ante cualquier filtración, estos no sean dañados.

Tuberías en peligro de romperse.

Alojado en el Palacio de Justicia, este depósito de la memoria histórica peruana alberga documentos claves, desde la época de la independencia, hasta registros notariales de importancia histórica. Entre los que destacan los documentos relacionados con la Batalla de Ayacucho y Junín.

La edificación muestra serias deficiencias estructurales, como fisuras, filtraciones y humedad, poniendo en peligro no solo a los documentos, sino también al personal que labora allí. 

Ricardo Moreau Heredia, jefe institucional del Archivo General de la Nación, explica que las condiciones inadecuadas se deben al paso del tiempo y a la falta de mantenimiento adecuado.

Edificación con rajaduras pone en riesgo la documentación del AGN.

Mientras que fueron declarados en emergencia por Defensa Civil, un juicio iniciado en 2014 llevó a una orden de desalojo en mayo de 2022.

Aseveran que el AGN se trasladará en agosto

El jefe institucional del Archivo General de la Nación afirmó que se está finalizando un estudio para determinar los recursos necesarios para la mudanza: “Tenemos una parte de los recursos necesarios para este fin. La otra parte está siendo gestionada mediante una solicitud adicional al sector correspondiente. Esperamos que el Ministerio de Economía y Finanzas nos asigne estos recursos para poder concluir dentro del plazo establecido. De lo contrario, iniciaremos la mudanza en agosto”, detalló Moreau.

Cabe recordar que, en el año 2000, durante la marcha de los 4 suyos hubo un conato de incendio en el Palacio de Justicia y toda esa agua utilizada para apagar el incendio, inundó todo el sótano de la sede judicial. Luego, en el año 2020 hubo una rotura del tubo de desagüe y todas las heces salieron y destruyeron varios documentos.

Y actualmente, también están en un riesgo latente.

Otro problema permanente, han sido los robos que ha sufrido el Archivo General de la Nación; recordemos que, a finales de 2018, se reportó el robo de un manuscrito del libertador San Martín y que nunca más fue recuperado.

Los robos sistemáticos de documentos históricos, han sido una constante problemática en el AGN.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Ron Barceló lanza su línea de vanguardia y alta gama “Rare Blends Collection” de la mano del Grupo Tabernero

Conoce uno de los mejores rones

Avatar photo

Published

on

Ron Barceló celebró el lanzamiento de Rare Blends Collection en Perú con una velada de lujo en el Rooftop del Hyatt de San Isidro en Lima. La cita reunió grandes personalidades de la escena local, así como, destacados periodistas especializados, acompañados de la alta plana de la casa dominicana y socio estratégico “Grupo tabernero”.

Esta línea de vanguardia consta de un trío de rones súper Premium resultantes del envejecimiento de las mejores reservas del galardonado ron Barceló Imperial, en barricas de regiones peculiares que otorgan aromas y sabores únicos. Cada una de las creaciones son blends y ofrecen una oferta exquisita para los amantes del buen ron en el mundo. “Rare Blends Collection representa la combinación exitosa de artesanía y maestría en la destilería y tonelería para la creación de rones de sabores y aromas únicos”, presenta Eduardo Galíndez, Maestro Ronero de Ron Barceló, quien estuvo de visita por Lima para tan importante acontecimiento.

La presentación oficial de Rare Blends contó con estaciones de degustación para cada producto de la colección: Barceló Imperial Porto Cask, Barceló Imperial Maple Cask y Barceló Imperial Mizunara Cask; con la presencia de expertos de la serie.

“Como productores de Barceló Imperial, el ron dominicano más laureado del mundo, tenemos la responsabilidad de crear productos innovadores, únicos y de la más alta calidad, en consonancia con las expectativas de los consumidores del mercado mundial”, dijo al respecto Chiara Pennacchio, directora global de marketing de Barceló.

El Maestro Ronero de la firma, Eduardo Galíndez, expresó su admiración personal por el resultado de los tres productos que conforman la serie “en tanto cumplen con su misión de brindar una experiencia fuera de lo común a los consumidores; una experiencia premium que solo puede provenir de esta emblemática casa de rones imperiales”.

En el lanzamiento de la serie Rare Blends Collection, se reunieron los principales ejecutivos de Barceló de la región, así como destacadas personalidades del sector de bebidas espirituosas, catadores, miembros de la prensa local y figuras destacadas en la vida pública nacional en una velada que comprendió la experiencia de cata.

Ron Barceló Rare Blends Collection
Los rones de la serie

  1. Barceló Imperial Porto Cask ha sido considerado como una obra maestra de la tonelería. Fue creado a partir de la más fina selección de caña de azúcar dominicana, y al final del proceso se deja dormir en auténticas barricas de roble Europeo con uso previo de vino de Oporto Tawny 10, las cuales le aportan complejidad. Está conformado por aromas de crema de higo y mermeladas de frutos silvestres, con notas marcadas de caramelo de mantequilla inglesa y cerezas secas.
  2. Barceló Imperial Maple Cask trae consigo la magia del arce. Es un espirituoso exquisito que nace del blend de las mejores reservas de Barceló Imperial y nuestros preciados alcoholes derivados de la destilación artesanal en un tradicional alambique de cobre. Reposado en madera de arce, Maple Cask exhibe aromas a caramelo derretido, ciruela, vainilla y esboza sabores a madera y frutos secos con un largo y sedoso final. De color marrón ambarino sombrío y tonos rojizos que rememoran la belleza otoñal junto a sus aromas de caramelo derretido, ciruela, vainilla y miel de arce.
  3. Barceló Imperial Mizunara Cask es un producto envejecido en las poco comunes y exclusivas barricas vírgenes de roble japonés, con aromas a madera tostada y vainilla, así como notas complejas de sándalo, coco y jengibre. Es de un estilo intenso y amaderado que impacta los sentidos y ha sido valorado como un ron que conquistará a los paladares más exigentes del mundo.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Desarticulan banda de extorsionadores de mototaxistas en Comas

La Fiscalía y la Policía intervinieron cinco inmuebles pertenecientes a los ‘Los Furiosos de la Huerta Perdida’, una temible banda que era el terror de los mototaxistas informales que circulaban en el Cercado de Lima.

Avatar photo

Published

on

Un operativo en Comas, comandado por agentes del Ministerio Público, con apoyo de la Policía Nacional del Perú (PNP), terminó por desarticular una peligrosa banda criminal dedicada a la extorsión y al sicariato y capturaron a su presunto cabecilla.

Tras un intenso trabajo de investigación, las autoridades iniciaron con la intervención alrededor de las 2 de la mañana en la vivienda de Daniel Santos Bances de 47 años, presunto líder de la organización conocida como ‘Los Furiosos de la Huerta Perdida’; ubicada en la calle Las Almendras en la urbanización Alameda del Pinar en Comas, así como en distintos inmuebles ubicados, uno en Pro, dos en Barrios Altos, en la zona conocida como La Huerta Perdida y una en Mi Perú, en el distrito de Ventanilla.

El numeroso contingente policial utilizó arietes para derribar las puertas y acorralar a los integrantes de la banda extorsiva que aterrorizaba a mototaxistas de Cercado de Lima, cobrándoles 40 soles semanales, a cambio de brindarles una supuesta protección.

Daniel Santos Bances, presunto líder de ‘Los Furiosos de la Huerta Perdida’, fue capturado. 

La tesis fiscal indica que los criminales tenían en la mira a los mototaxistas del paradero ‘Cueva de Los Pollos’, del distrito del Rímac, muy cerca de la Plaza de Acho y sembraban el terror, amenazándolos con acribillarlos si se rehusaban a pagar los cupos exigidos.

En el operativo montado por la Cuarta Fiscalía Corporativa Provincial penal de Cercado de Lima, Breña, Rímac y Jesús María, se realizó incautación de equipos celulares y registro domiciliario. Asimismo, se consiguió la detención preliminar de cinco personas, que serían miembros del grupo de extorsionadores.

Los efectivos policiales no encontraron armas, ni dinero producto de las extorsiones en la vivienda del cabecilla Santos Bances en Comas, pero sí pudieron decomisar celulares y un automóvil modelo van, vinculado a las actividades ilícitas.

Comentarios
Continue Reading
Advertisement

LIMA GRIS TV

PUBLICIDAD

PRNEWS

PARTNER

 

CONTACTO

Síguenos en Twitter


LIMA GRIS RADIO

Trending